SALONES DE MAGIA NEGRA EN LOS CEMENTERIOS

Por extraño que a muchas personas parezca, hay en los cementerios salones de magia negra situados dentro del plano astral. Estos tétricos salones aspiran toda la podredumbre del campo santo, y los magos negros de dichos salones utilizan para sus infernales propósitos, todos los horribles elementos del cementerio.

Existen en el ambiente astral de los cementerios muchos vampiros astrales que se nutren de las emanaciones cadavéricas y de las podredumbres; estos vampiros son utilizados por los magos negros para causar daño a sus odiados enemigos. Como la tierra inspira y expele como nosotros, los cementerios constituyen grandes focos de infección para las urbes. De los cementerios han salido las grandes pestes, de los cementerios han salido el tifo y la viruela y toda clase de epidemias.

La tierra de cementerio inspira oxígeno y expele epidemias. Ya los científicos comprobaron que la tierra inspira y expele, y por lo tanto estas aseveraciones nuestras son rigurosamente científicas; ha llegado la hora de que las autoridades de la higiene y salubridad públicas establezcan hornos de cremación en lugar de cementerios. Los dolientes establecerán en sus casas, altares donde pondrán entre bellos y hermosos “cofres” las cenizas de sus seres queridos, y en estas cenizas se mantendrán los lazos entre los ascendientes y los descendientes.

En los salones de magia negra de los cementerios, los magos negros disponen de verdaderos enjambres de entidades perversas y de átomos malignos para realizar sus operaciones de magia negra. Los magos negros de esos salones ponen a trabajar bajo sus órdenes a millones de almas perversas cuyos cuerpos han sido enterrados en el cementerio; todo ello hace que los cementerios no sólo sean focos de epidemias físicas, sino que también constituyen focos de epidemias morales.

Cada átomo es un trío de materia, energía y conciencia, es decir, cada átomo es una inteligencia atómica, y por ende los átomos de los criminales y malvados enterrados en los cementerios constituyen verdaderas epidemias morales, concentradas especialmente en los cementerios.

Esos átomos que nosotros respiramos en los cementerios, penetran en nuestro organismo y forman sus colonias de maldad entre el espacio que separa el sistema objetivo de nuestro sistema secundario o Gran Simpático. Esas colonias falsean nuestras propias mentes y flotan invisiblemente en nuestra atmósfera astral, y allí quedan infectándolo como una epidemia moral o como inteligencias que nos incitan a toda clase de maldades. Por lo común en tiempo lluvioso son más fácilmente esas colonias de átomos malvados de los cementerios.

Los cementerios son verdaderos infiernos de maldad, llanto y podredumbre. Los cuerpos etéricos de los desencarnados flotan alrededor de las tumbas, como esqueletos o espectros horribles, y constituyen una fuente de “terror” espectral para las almas atraídas por sus cuerpos físicos en estado de descomposición, hacia el campo-santo.

Los cuerpos etéricos van descomponiéndose simultáneamente con los cadáveres y asumen las formas de horribles espectros. Los tenebrosos de los salones de magia negra utilizan a esos espectros para horrorizar a las almas de los muertos, y hasta para atemorizar también a los vivos. Esos son los innumerables casos de apariciones espectrales que a través del tiempo se han sucedido, muy a pesar de la ya consabida burla de los cronistas ignorantes y superficiales de la época.

Esa frase de los analfabetos, de que nadie puede saber de “Tejas para arriba”, o de que “nadie sabe del otro mundo, porque nadie ha ido allá”, verdaderamente solo es posible entre los ignorantes de la época.

Samael Aun Weor

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