Liberación Espiritual de la Mujer

Con infinita alegría veo aquí reunidas a muchas hermanas del Movimiento Gnóstico Internacional.

Ciertamente, no podía faltar el elemento Femenino, debidamente organizado, en este gran evento de repercusiones mundiales…

La mujer es el ETERNO AMOR que fluye y palpita en todo lo que es, en todo lo que ha sido y en todo lo que será. Jamás faltó la mujer en las pirámides de Egipto; ella fue la Vestal que inicio a los grandes Maestros. Nunca faltó una mujer en el Templo de Delfos; aún nos parece verla sentada en la forma de la PITONISA, allá en el país de Grecia. Entonces pronosticaba grandes acontecimiento que se sucedían inevitablemente.

Me viene a la memoria al caso de Alejandro Magno, gran conquistador del mundo, aquél que uniera a Europa y la Asia bajo su cetro, en forma de un gran imperio. Recordemos el “NUDO GORDIANO”; muchas fueron las Pitonisas de Delfos que en estado de Éxtasis retaron a los hombres más sabios a desatar tal nudo. Ninguno podía; sólo hubo uno, que fue Alejandro: Se acercó hacia aquel nudo, desenvaino la espada y lo cortó en pedazos. Las Sacerdotisas de Delfos le abrazaron diciendo: “¡Tú conquistarás el mundo!” (y ciertamente lo conquistó)…

Vean ustedes cómo la mujer, a través del tiempo, ha guiado el curso de los siglos. En el viejo Egipto de los Faraones, la mujer, convertida en Cleopatra, enseñaba a las multitudes. Las CLEOPATRAS de la Isla Elefantina, en el Nilo, hacían resonar su verbo ante el fuego para enseñar a las gentes. Recordemos a la mujer convertida en una Sacerdotisa de Tebas: Las antorchas ardían mientras ella platicaba a las multitudes.

Una momia de aquéllas fue encontrada hace muchos años y llevada al Mundo Occidental. Se le metió aquel gran barco gigante, que existiera hace muchos años (un barco enorme), y con gran dolor aquel barco se fue al fondo del mar. Incuestionablemente, aquélla momia poseía poderes extraordinarios, tan grandiosos como los que poseían las mujeres de la Isla Elefantina, tan formidables como los que poseían las Pitonisas de la de Delfos, tan solemnes como aquellos Poderes que poseían las Sacerdotisas Druidas.

Así que la mujer a través de los siglos ha resplandecido maravillosamente. El ETERNO FEMENINO bulle y palpita en todo lo que es, en todo lo que ha sido y en todo lo que será; el GRAN ALAYA del Universo resplandece en cada piedra preciosa, en cada árbol y en cada Cosmos…

El Eterno Femenino ora es adorado como ISIS en la tierra de los Faraones; ora es adorado como ASTARTÉ en la tierra de Persia; se le rinde culto en la isla de Creta con el nombre grandioso de CIBELES; se le venera profundamente en la tierra griega con el nombre de CERES…

Todavía me viene a la memoria aquellos instantes en que el Sacerdote griego enseñaba ante la Piedra de Ceres, traída de algún lejano lugar; todavía me viene a la memoria el recuerdo preciso en que los Sacerdotes de Sais enseñaban al pueblo ante la mirada vetusta de la Virgen Negra…

La mujer ha resplandecido como Diosa y como humana: Ora lleva en sus brazos al Niño Horus, ora le canta deliciosamente en la cuna, esperando en el mañana. La mujer, el Eterno Femenino, es el desdoblamiento del Principio Masculino Eterno; DIOS mismo, con toda su grandeza, SE DESDOBLA PARA CONVERTIRSE EN MUJER.

Me viene a la memoria también aquélla palabra: “ELOHIM”. Dios creó al mundo; lo creó Elohim… “Elohim” en Hebreo significa “DIOSAS y DIOSES”. Así pues, la palabra “Elohim” (Dios, el Creador del Universo) es masculina y femenina a la vez. “Elohim”, es una palabra femenina con un final plural masculino. Toda religión donde no hayan DIOSAS se encuentra a mitad del camino ateo, porque “Elohim” es “Dios y Diosas”…

Así que resulta absurdo suponer que sólo el varón puede llegar a la Autorrealización Íntima del Ser; resulta incongruente pensar que solamente los hombres pueden CRISTIFICARSE. En nombre de la verdad diremos que si “Elohim” es “Diosas y Dioses”, las mujeres TIENEN LOS MISMOS DERECHOS que los hombres, ellas también pueden llegar a la Cristificación; ellas pueden llegar tan alto como el varón; el varón no puede nunca más que la mujer ni la mujer es más que el varón; si el varón puede encarnar al Cristo en su naturaleza íntima, también la mujer tiene el mismo derecho…

Yo conozco mujeres Cristificadas, las he visto, soy amigo de ellas. Hay una que vive en la vieja Europa (resplandece por su belleza), tiene al CRISTO ÍNTIMO en su interior (es de raza Céltica). Se trata de una DAMA-RESURRECTA, inmortal. Conozco otra, también, del Círculo de la Humanidad Consciente que opera sobre los distintos Centros Superiores del Ser; es Druida también, inmortal.

Así que el concepto aquel de que “sólo los hombres pueden llegar a la Cristificación”, resulta falso, porque Dios es mujer también.

En nombre de la verdad he de decir, en forma enfática, que si Dios resplandece a través de las Cleopatras de la Isla Elefantina, que si Dios resplandece a través de las Vestales de Egipto y de Persia, de Grecia, de Roma y de Siracusa, también resplandece gloriosamente a través de las mujeres de cada tiempo y de cada época, y a través de la madre que arrulla al hijo en su brazos.

Así que en nombre de la verdad he de decir que la mujer tiene los mismos derechos que el varón, que EL VARÓN NUNCA ES MÁS QUE LA MUJER, AUNQUE PRETENDA SERLO…

EL PRINCIPIO FEMENINO UNIVERSAL resplandece en cada piedra, en el lecho cantarín de cada arroyuelo, en una montaña deliciosa llena de árboles, en toda la Naturaleza. Resplandece el Principio Femenino en toda… …en el ave que vuela taciturna y que regresa a su nido para arrullar a sus hijos; en el pez que se desliza entre las profundidades del borrascoso ponto; entre las fieras más terribles de la naturaleza.

EL PRINCIPIO FEMENINO UNIVERSAL lo vemos también hasta en las plantas, en las flores; allí hallamos los órganos masculinos y femeninos, en los estambres y pistilos.

EL PRINCIPIO FEMENINO resplandece en las estrellas, pues éstas tienen las polaridades masculinas y femeninas a la vez; y esos Rayos del Eterno Femenino, viniendo de los luceros más lejanos, se anidan en el corazón de toda mujer que ha resplandecido con la DISOLUCIÓN DEL EGO y la CRISTIFICACIÓN.

Así que en nombre de la verdad no podemos menos que sentir admiración ante el Eterno Femenino. Dios mismo desdoblado, convertido en mujer, anida con su AMOR en el corazón del Sistema Solar.

El Eterno Femenino es el asiento de donde surge toda vida: En el amanecer de la Aurora del Maha-Manvantara, el LOGOS hace fecunda a la MATERIA CAÓTICA, hace que resplandezca el vientre de la VIRGEN-MADRE (del Eterno Femenino), para que surja entre el CAOS, entre el GRAN VIENTRE, el Universo…

Así que no hay motivo como para que las mujeres del Movimiento Gnóstico se sienta tristes o deprimidas, suponiendo que solamente sirvan de vehículos a los hombres que quieren Cristificarse.

Realmente, ellas tienen el mismo derecho y llegan a las mismas alturas…

Si la mujer es el vehículo para el hombre, mediante el cual este último puede Cristificarse, también he de decirles a ustedes, las hermanas gnósticas, que el hombre es el instrumento, el vehículo mediador mediante el cual cada una de ustedes puede llegar a la Cristificación.

Las COLUMNAS “J” y “B” de todo Templo, están presentes también en el TEMPLO-CORAZÓN; las Columnas Masculina y Femenina no están demasiado cerca ni demasiado lejos: Hay un espacio entre ambas para que la LUZ pueda penetrar en medio de ellas.

EL ETERNO FEMENINO resplandece no sólo en ESO que no tiene nombre, no sólo en el Espíritu Universal de la Vida, no sólo en la estrellas que se atraen y se repelen (de acuerdo a la Ley de las Polaridades), sino que también resplandece dentro del átomo: Dentro de los iones, dentro de los electrones, dentro de los protones, en las partículas más infinitesimales de todo eso que vibra y palpita en la Creación.

EL ETERNO FEMENINO, hace compás maravilloso con el ETERNO MASCULINO, para crear y volver nuevamente a crear. El Eterno Femenino, Dios mismo convertido en Madre, labora intensivamente en esta Creación; el Eterno Femenino es el RAYO QUE DESPIERTA LAS CONCIENCIAS adormecidas de los hombres…

El momento ha llegado en que cada mujer levante con su diestra la antorcha del verbo para iluminar el camino de los varones. Con profundo dolor he de decir que los varones marchan por la línea de la ENTROPÍA, es decir, caminan en forma descendente, involutiva. Ha llegado el momento en que las mujeres extiendan su diestra a los varones para levantarlos, para regenerarlos, para hacer de ellos algo distinto, algo diferente.

Ha llegado el momento en que las mujeres comprendan que el elemento masculino está en involución pro estos tiempos; ha llegado el momento en que las mujeres luchen intensivamente por regenerar al hombre. Así pues, que a las mujeres les corresponde (en esta Era del Acuarius) un gran papel, cual es el de regenerar al elemento masculino decadente.

En nombre de la verdad he de decir, que el AMOR ES EL FUNDAMENTO de la Autorrealización Íntima del Ser. Un MATRIMONIO PERFECTO es la unión de dos seres: uno que ama más, otro que ama mejor; el Amor es la mejor Religión asequible a la especie humana.

Para que haya Amor se necesita que haya afinidad de pensamientos, afinidad de sentimientos, preocupaciones idénticas. El beso viene a ser, precisamente, como una consagración mística de dos Almas, ávidas de expresar en forma sensible lo que internamente viven; el acto sexual viene a ser la consubstancialización del Amor en el realismo Psicofisiológico de nuestra naturaleza.

El Amor, en sí mismo, es una efusión, una emanación energética de lo más hondo que tenemos en el interior, en la Conciencia. Observen, por ejemplo, a un anciano enamorado: Aquellas fuerzas que fluyen de lo íntimo hacen vibrar intensivamente las glándulas endocrinas del organismo entero, y éstas intensifican su producción hormonal; tales hormonas circulan por la sangre vitalizando todo el cuerpo físico. Así el anciano se regenera, rejuvenece, resplandece en él la vitalidad.

Obviamente, el Amor es grandioso en sí mismo… ¡Amar, cuán grandioso es amar; solamente las grandes Almas pueden y saben amar!…

Para que haya Amor se necesita que haya absoluta afinidad de sentimiento. El Amor, en sí mismo, es el Súmmum de la Sabiduría; el Amor no puede ser definido, porque entonces se desfigura.

En las tierras del Oriente jamás se levantan monumentos a los héroes, a los varones, sino a las mujeres que saben amar. Se le rinde culto al Eterno Femenino con los diversos nombres Orientales.

Ella es la SHAKTI Hindú, ella es la KUNDALINI DIVINA, ella es precisamente el Verbo en su aspecto femenino universal. En el Oriente se aprecia más el Amor, mucho más que las teorías meramente intelectivas.

A las Sacerdotisas del Japón, a las MUJERES DEL AMOR, allí jamás las profanaban, lo consideraban como algo demasiado sagrado. En el mundo de la antigua Grecia, las Vestales eran siempre respetadas por todos los varones, porque, verdaderamente, ellas, en sí mismas, eran las SACERDOTISAS DEL AMOR.

Dios, en su aspecto femenino, es la adorable ISIS, la CASTA DIANA, y es también el GRAN ALAYA del Universo. Dios, en su aspecto femenino es la matriz de toda esta Creación. En realidad de verdad no habrían surgido jamás los mundos de entre el CAOS, de entre el GRAN ALAYA, si previamente el Eterno Femenino no hubiera existido. Dios-Madre, la MATRIZ UNIVERSAL, resplandece entre el Caos profundamente.

La mujer, en sí misma, tiene todos los PODERES Y ATRIBUTOS DE LO DIVINAL; La mujer, en sí misma, debe ayudar al varón.

Ha llegado la hora de comprender que el Eterno Femenino es el poder más grandioso de este Universo; ha llegado la hora de entender el ESTADO DE RECEPTIVIDAD TRASCENDENTE y trascendental que posee la mujer: Esa INTUICIÓN, esa capacidad que tiene para percibir directamente y por sí misma (y sin tantas teorías), la Verdad.

Ha llegado la hora de comprender que junto a la Columna “J” está la columna “B”; ha llegado la hora de entender que, dentro del átomo, los Principios Masculinos y Femeninos (los iones y electrones) se ordenan y agitan intensivamente.

El Eterno Femenino, DIOS-MADRE, “es el ALMA DEL UNIVERSO” como decía Platón; es el ÁNIMA-MUNDI, crucificada en el planeta Tierra.

EL SOL DE LA MEDIA NOCHE vive enamorado de la mujer; el Sol de la Media Noche, el LOGOS, ama a la mujer. Ella es URANIA-VENUS, la que tiene el libro de la Sapiencia en las manos; ella es, precisamente, la Vestal que está entre las dos Columnas en el Templo Egipcio; ella es la ESPOSA DEL TERCER LOGOS…

Comprendidos estos principios, debemos (nosotros los varones) reverenciar a la mujer, rendir culto a la mujer, porque sin la mujer no podríamos nosotros llegar a la Autorrealización Íntima del Ser.

EL YONI femenino está representado por el SANTO GRIAL, por el VASO DE HERMES y de SALOMÓN. Es, en este Cáliz delicioso, en el cual bebió el Cristo en la Última Cena…

Me viene en esto instantes el recuerdo o la reminiscencia de Abraham. Se dice que cuando volvía de la derrota de los reyes (pues el peleó contra de Sodoma y de Gomorra), encontró una gran fortaleza militar (en ese lugar, más tarde, se vino a levantar Jerusalén, la ciudad querida de los Profetas). Cuenta las leyendas de los siglos que Abraham pagó diezmos y primicias a Melquisedec, Rey de Salem; fue allí donde Abraham encontró al Genio de la Tierra: Melquisedec.

Melquisedec, después de haber celebrado la Unción Gnóstica, precisamente con Abraham y sus gentes, regalo (al mismo) el Santo Grial, aquel Cáliz de plata maravilloso en el que bebiera el Cristo en la Última Cena.

El Cáliz representa (vivamente) al Yoni femenino, y por ello es venerable. A través de los siglos ese Cáliz fue a dar a las manos de la Reina de Saba. Después de un tiempo, aquella dama, portando tan preciada reliquia llegó a Jerusalén; sometió al Rey Salomón a distintas pruebas; Una de ellas fue, que tenía que aclarar, de un grupo de 25 jóvenes, cuales eran hombre y mujeres.

Aquellos jóvenes que venían con la Reina de Saba, estaban igualmente vestidos; estaban igualmente maquillados, arreglados; eran de edades semejantes y se hacía difícil definir cuales eran varones, cuales eran mujeres…

Aquél Sabio Rey ordenó a aquellos jóvenes que se lavaran las manos; y en el modo como ellos se lavaron las manos pudo saber quienes eran hombres y cuales eran mujeres, así salió victorioso el Gran Rey. Recibió la joya preciosa de manos de la Reina de Saba.

Y cuando el Gran Mártir del Calvario celebró la Última Cena, se dice que aquella reliquia resplandeció sobre la mesa sacra. En esa reliquia bebió el VINO DE LA SABIDURÍA; el Mártir del Calvario usó, pues, el Cáliz Bendito en la Última Cena.

Cuando fue crucificado la tierra se estremeció. Y Nicodemus (aquel sabio senador de la antigua Roma) recogió en el Cáliz Bendito la sangre que manaba de las heridas del Adorable…

Guardó después el Cáliz en un lugar secreto, en su casa, bajo tierra; y también escondió la Lanza con que Longinus hiriera el costado del Señor (símbolo fálico maravilloso).

Cuando la policía romana allanó la casa del gran senador, en realidad de verdad, no encontró ni el Cáliz, ni la Lanza. Y aquel hombre ilustre fue encerrado en prisión durante muchos años.

Cuando salió de la cárcel (con el Cáliz y la Lanza) se fue en busca de los Gnósticos Cristianos a la Roma Augusta de los Césares. Pero, en realidad de verdad, no pudo durar mucho tiempo en aquel lugar debido a que Nerón había iniciado la persecución contra nuestros antepasados gnósticos; porque fueron los gnósticos los que fueron echados al circo de Roma a los circos de las fieras; fueron los gnósticos los perseguidos, los gnósticos de las catacumbas, los gnósticos que fueron devorados por los leones…

El gran senador Romano con el Cáliz en su diestra y la Lanza, se fue por orillas del Mediterráneo rumbo a Cataluña (España). Una noche, en visiones, vio aquel coloso que un Ángel que se le acercaba; aquella Divinidad le dijo: “Ese Cáliz tiene gran poder, porque en ese Cáliz se halla encerrada la sangre del Salvador del Mundo, ¡entiérrala allí!”. Y le mostró la Montaña de Cataluña (España), lugar donde existía un Templo verdaderamente maravilloso.

Nicodemus obedeció; y aquel Cáliz Bendito (símbolo del órgano sexual femenino) junto con la Lanza Fálica, fue escondido en el Templo maravilloso de Montserrat, en el Castillo trascendente del Monsalvat…

Así, queridas hermanas gnósticas que hoy asisten, es bueno comprender lo que es el Santo Grial. Ha llegado la hora de entender que sin el Cáliz Bendito (en el cual bebió el Divino Rabí de Galilea), no es posible a los varones lograr la Cristificación absoluta.

Ha llegado la hora de entender que en todo Templo de los Adeptos de la FRATERNIDAD UNIVERSAL DE LA LUZ INTERIOR, resplandece siempre el Santo Grial. Sería inconcebible que en el Templo de algún Adepto de la Gran Luz faltara el Santo Grial. Es en el Santo Grial donde está el MANÁ del desierto, con el cual se alimentaron los Israelitas durante cuarenta años.

En el ARCA DE LA ALIANZA, dentro del Sanctasanctórum del Templo de Salomón, estaba siempre encerrado el GOMOR o VASO SAGRADO, contentivo, precisamente, del Maná del desierto.

No faltaba tampoco, dentro del ARCA DE LA ALIANZA, la VARA DE AARÓN y las TABLAS DE LA LEY…

Los Elohim que custodiaban aquella Arca preciosa, se tocaban con sus alas y se encontraban, precisamente, en el estado aquel del hombre y la mujer durante la Cópula Sacra.

Cuando los soldados de Nabucodonosor Rey invadieron el Sanctasanctórum, horrorizados dijeron: “¿Es éste el Dios vuestro que tanto adorabais, el Jehovah de los Ejércitos?…” Obviamente aquellas gentes no entendieron lo que es el GRAN ARCANO…

Así pues, en nombre de la verdad diré que el Eterno Femenino resplandece también dentro del Sanctasanctórum, resplandece en todo lo creado, resplandece en todo lo que es, ha sido y será…

Con gran alegría estoy inaugurando hoy, precisamente, este Congreso Gnóstico Femenino; con gran alegría inicio los trabajos augustos de estas damas adorables. ¡Paz Inverencial!…

Samael Aun Weor

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