LA TERCERA INICIACIÓN DEL FUEGO

Incuestionablemente la muerte es algo profundamente significativo. Ahondar en este tema, profundizarlo íntegramente, sinceramente, con paciencia infinita y en todos los niveles de la mente, resulta ciertamente urgente, inaplazable.

Como consecuencia o corolario luminoso, podemos y hasta debemos afirmar con solemnidad el siguiente postulado: “Sólo descubriendo totalmente los Misterios de la Muerte, podremos descubrir el origen de la vida”.

Si el germen no muere, la planta no nace. Muerte y Concepción se encuentran íntimamente asociados.

Al exhalar el postrer aliento de nuestra existencia, proyectamos inevitablemente, a través del tiempo y el espacio, el diseño eléctrico de nuestra propia existencia…

Ostensiblemente tal diseño electro-psíquico, viene más tarde a impregnar el huevo fecundado; así es como retornamos.

El sendero de la vida está formado con las huellas de los cascos del caballo de la muerte.

Los últimos momentos del agonizante, se encuentran vinculados secretamente a los goces amorosos de nuestros futuros padres terrenales.

El destino que nos aguarda más allá de la muerte, será la repetición de nuestra vida actual, más sus consecuencias.

Eso que continúa más allá de la fosa sepulcral, son mis afectos, mis ternuras, mis odios: Yo Quiero, Yo no quiero, Yo envidio, Yo deseo, Yo me Vengo, Yo mato, Yo robo, Yo soy lujurioso, Yo tengo ira, Yo codicio, etc., etc., etc.

Toda esta legión de YOES -verdadera legión de DEMONIOS- personificando defectos psicológicos, regresa, retorna, se reincorpora. Absurdo sería hablar sobre un YO individual, mejor es hablar con entera claridad sobre el YO PLURALIZADO.

EL BUDDHISMO esotérico ortodoxo enseña que el EGO, es una suma de agregados psíquicos.

El libro Egipcio de “La Morada Oculta” menciona con gran énfasis a los DEMONIOS rojos de Seth, (los YOES DIABLOS que constituyen el EGO).

Tales YOES pendencieros y gritones, constituyen las legiones tenebrosas, contra las cuales debía combatir Arjuna por orden emanadas directamente del bendito señor KRISHNA. (véase el BHAGAVAD-GUITA).

La Personalidad no retorna; es hija de su tiempo; tiene un principio y un fin. Lo único que continúa es ciertamente un montón de DIABLOS…

Podemos alcanzar la inmortalidad en el Mundo Astral; empero esto sólo es posible fabricando el EIDOLÓN, (EL CUERPO ASTRAL). Muy diversos autores de tipo Seudo-Esoterista y Seudo-Ocultistas, caen en el error de confundir al EGO con el Cuerpo Astral.

La moderna literatura metafísica habla mucho sobre proyecciones del Cuerpo Astral; empero, debemos tener el valor de reconocer que los aficionados al ocultismo suelen desdoblarse en el EGO para viajar en las regiones Sub-Lunares de la Naturaleza a través del tiempo y el espacio.

El Cuerpo Astral no es un implemento indispensable para la existencia; no está demás recordar que el cuerpo físico tiene afortunadamente un trasfondo vital o LINGAM SARIRA, que garantiza íntegramente su existencia.

Incuestionablemente el Cuerpo Astral es un lujo que muy pocas personas se pueden dar; raros son los sujetos que nacen con ese espléndido vehículo.

La “Materia Prima de la Gran Obra”, el ALQUÍMICO ELEMENTO con el cual podemos fabricar el Cuerpo Astral, es el Hidrógeno Sexual SI-21.

Obviamente, el citado Hidrógeno representa el producto final de la transformación de los alimentos, dentro del maravilloso laboratorio del organismo.

Resulta evidente que esta es la materia más importante con que trabaja el sexo; la elaboración de esta sustancia se desarrolla en consonancia rítmica con las siete notas de la escala musical. No está demás comprender que el “ENS SEMINIS” y su peculiar Hidrógeno SI-12, es semilla y fruto a la vez.

Transmutar este HIDROGENO portentoso para darle inteligente cristalización en una Octava Superior, significa de hecho, crear una nueva vida dentro del organismo existente, dar forma evidente al “Cuerpo Astral o Sideral” de “ALQUIMISTAS y KABALISTAS”.

“Deben ustedes entender que el Cuerpo Astral nace del mismo material, de la misma sustancia, de la misma materia de que nace el cuerpo físico; lo único que difiere es el procedimiento”.

“Todo el cuerpo físico, todas las células, quedan, por así decirlo, impregnadas por las emanaciones de la materia que es SI-12. Y cuando estas se han saturado lo suficiente, la materia SI-12 comienza a cristalizar”.

“La Cristalización de esta materia constituye la formación del Cuerpo Astral”.

“La transición de la Materia SI-12 a una condición de emanaciones y la gradual saturación de todo el organismo con estas emanaciones, es lo que se llama en alquimia TRANSMUTACIÓN o TRANSFORMACIÓN”.

“Justamente esta transformación del cuerpo físico en ASTRAL, es lo que la ALQUIMIA denomina: Transformación de los metales groseros en metales finos, o sea la obtención de oro de los metales ordinarios”.

El procedimiento esotérico podemos descubrirlo en la SEXO-YOGA, en el MAITHUNA, en la MAGIA SEXUAL. Conexión del LINGAM YONI-PHALO-ÚTERO sin eyaculación del ENS SEMINIS.

El deseo refrenado originará los procesos maravillosos de la cristalización del Hidrógeno SI-12 en una octava superior.

Alimentación es diferente. Incuestionablemente el Cuerpo Astral necesita también su alimento y nutrición, eso es obvio.

Como quiera que el cuerpo físico está sabiamente controlado por cuarenta y ocho leyes -hecho que está científicamente demostrado con los cuarenta y ocho cromosomas de la célula germinal -, resulta muy claro y manifiesto que el Hidrógeno capital del cuerpo celular, es el Hidrógeno (48) cuarenta y ocho.

Ahorrar este tipo específico de Hidrógeno, resulta en verdad relativamente fácil cuando marchamos por el sendero de la línea recta.

El excedente del Hidrógeno (48) cuarenta y ocho, no gastado en las físicas actividades del mundo tridimensional de Euclides, se convierte maravillosamente en el Hidrógeno (24) Veinticuatro.

Ostensiblemente el citado Hidrógeno Veinticuatro, deviene siempre como alimento extraordinario del Cuerpo Astral.

Es urgente aseverar con gran énfasis que el Cuerpo Sideral o Astral de ALQUIMISTAS Y CABALISTAS, se desarrolla y desenvuelve espléndidamente bajo el control absoluto de las veinticuatro leyes. Todo órgano se conoce claramente por sus funciones y uno sabe que tiene un cuerpo astral cuando puede viajar con él, (véase capítulo 6 de este mismo tratado).

Mi caso particular fue ciertamente extraordinario. Debo afirmar específicamente que yo nací con Cuerpo Astral.

En forma magnífica lo había fabricado antes de nacer, en antiquísimas edades de un antepasado MAHAMVANTARA, mucho antes de que rayara el alba de la Cadena Lunar.

Restaurar los poderes ígneos en el citado Cuerpo Sideral, ciertamente era para mí lo más importante; así lo comprendí antes de solicitar al Logos del Sistema Solar el ingreso a la Tercera Iniciación del Fuego. No está demás decirle a mis lectores muy amados, que el Gran Ser, después de otorgarme lo pedido, dictó especial providencia auxiliándome.

De esto podréis colegir que me fue dado cierto especialista en el Tercer Grado de Poder del Fuego.

Aquel Gurú-Deva cumplió su misión dirigiendo la tercer Serpiente Ígnea por el Canal Medular en el Cuerpo Astral.

LITELANTES y mi insignificante persona que nada vale, percibíamos con el sexto sentido al especialista astral que durante la cópula metafísica nos auxiliara.

El despertar del fuego en el cuerpo astral es siempre anunciado con un relámpago terrible en la noche.

Originalmente el Tercer Grado de Poder del Fuego en tan precioso vehículo, posee un hermosísimo color blanco inmaculado; más tarde deviene brillando entre el aura del Universo, con un bellísimo color oro.

Confieso francamente y sin ambages, que durante el trabajo esotérico con el Tercer Grado de Poder del Fuego, hube de vivir en forma simbólica todo el Drama Cósmico.

Uno que no es más que un vil gusano que se arrastra por el lodo de la tierra, se siente realmente conmovido cuando de pronto y sin merecerlo, se ve convertido en el personaje central de tal Drama, aunque esto sea en forma meramente simbólica.

A diferencia de las dos serpientes anteriores, el Tercer Grado de Poder del Fuego, después de tocar el átomo del Padre en el campo magnético de la raíz de la nariz, prosigue su marcha hasta el corazón.

Entre el “campo magnético” de la raíz de la nariz y el corazón, existen vías secretas, “Nadis” o canales maravillosos.

Cierto camino secreto conecta a la raíz de la nariz con el Chacra Capital, que desde el centro del cerebro controla al Cardias. Por esa vía circula el fuego; más tarde prosigue su marcha hasta el corazón mismo, circulando misteriosamente por el ANAHATA NADI.

Vivir todo el Drama del Cristo en el Mundo Astral, es fuerza de toda duda algo que nunca podría ser olvidado.

Conforme el Tercer Grado de Poder del Fuego se desarrolla y desenvuelve armoniosamente en el Cuerpo Astral, los diversos acontecimientos del Drama Crístico devienen abiertos.

Cuando el fuego sagrado llega al puerto maravilloso del corazón tranquilo, vivenciamos entonces aquel simbolismo relacionado íntimamente con la muerte y resurrección del Cristo.

Terrible resulta ese instante en el que Longibus simbólico, clava en el costado del Iniciado la Lanza Sacra, el emblema extraordinario de la fuerza fálica.

Parsifal sanó con tal Asta la espantosa llaga que ardía dolorosa en el costado del Rey Amfortas.

Cuando yo fui aprobado secretamente por cierta potencia sideral, los tenebrosos Adeptos de la Mano Izquierda me atacaron llenos de grande odio.

Entre los Misterios de las Grandes catedrales no falta jamás el Santo Sepulcro y es evidente que no podía faltar el mío en la Iniciación. En instantes en que escribo estas líneas, viene a mi memoria el momento Iniciático de Ginés de Lara.

No había, efectivamente, en aquel instante esotérico del insigne iniciado, doncella alguna del “Gran Linaje”, hija del fundador del Monasterio, acompañándole, ni más “Ome Bueno” que el propio Maestro Guía, quien le condujo hasta el Sancta-Sanctorum o Adytia de aquel templo, donde el neófito halló, en el centro de una riquísima estancia de mármol, un sepulcro suntuoso, herméticamente cerrado, y cuya pesada tapa levantó fácilmente con sus propias manos Ginés, obedeciendo al Maestro, y vio en el mismo, con gran sorpresa suya, a su propio cuerpo físico.

A diferencia de Ginés de Lara, yo vi en el sepulcro a mi propio Cuerpo Astral; comprendí entonces que debía pasar por la resurrección esotérica.

Incuestionablemente debe resucitar en Nosotros el Gran Maestro Masón HIRAM ABIF. “El Rey ha muerto”. ¡Viva el Rey!.

Resurrección realista, cruda, legítima, auténtica, sólo es posible en la Segunda Montaña. En estos párrafos sólo nos estamos refiriendo enfáticamente a la simbólica Resurrección Iniciática.

Dentro del Santo Sepulcro hube de permanecer astralmente por espacio de tres días antes de la mencionada Resurrección Simbólica. El descenso a la obscura morada de Plutón fue indispensable, después de todo el proceso simbólico resurrectivo.

Recapitulaciones tenebrosas hube de iniciar entre las entrañas más profundas de la Tierra; allí donde el Dante Florentino encontrara la ciudad de Dite.

La ascensión progresiva se realizó lentamente, a través de los diversos estratos del reino mineral sumergido…

Recapitulación escénica, vívida, progresiva, ascendente, fue indispensable para el pleno conocimiento del Sí Mismo, del Mí Mismo.

Recapitular antiguos errores abismales, suele ser útil cuando se trata de disolver el EGO.

Conocer nuestros propios errores psicológicos, es ciertamente urgente, inaplazable.

¡Soy un Santo! Exclamé ante un grupo de damas elegantes, que tenebrosas tomaron asiento en suntuoso salón abismal…

Aquellas mujeres se rieron de mí burlándose de buena gana, a tiempo que con cierto mohín muy provocativo repetían irónicamente: ¡Santo!, ¡Santo!, ¡Santo!…

Tenían razón esas desdichadas criaturas. En aquella época todavía no había disuelto el EGO, era un BODDHISATTWA caído… Escrito está, con carbones encendidos, en el Libro de Todos los Esplendores, que en la morada de Plutón “la verdad se disfraza de tinieblas”. “Demonius est Deus Inversus” escribió H.P.B.

Ascensión simbólica, iniciática, instructiva, empero diferente a la Ascensión Lógica de la Tercera Montaña.

Diez y nueve días después de haber iniciado la marcha ascendente abismal, los Adeptos de la Fraternidad Oculta eliminaron de mi bajo vientre, cierta capa o sustancia atómica semejante a la piel del organismo humano.

Dentro del microcosmo hombre, tal capa atómica es como una gran puerta que da acceso a los bajos fondos abismales…

Mientras ese elemento atómico exista en los individuos, la esencia permanecerá demasiado auto-encerrada en el EGO.

Quitada esa puerta atómica en la contraparte astral del vientre, los Adeptos deben entonces curar tal zona ventral.

Cuando el Tercer Grado de Poder del Fuego logra salir por la parte superior del Cráneo, asume la mística figura del Espíritu Santo, Blanca paloma con cabeza de anciano venerable.

Inmaculada criatura divinal sobre la torre del templo posada, en místico acecho, aguardando dichosa el instante supremo de la Iniciación…

Recordando antiguos errores de anteriores reencarnaciones, hube de pasar a los treinta y tres días por un acontecimiento insólito, inusitado…

Tres de los cuatro estados fundamentales de la conciencia, hubieron de ser sometidos a la prueba de fuego…

Definir estos cuatro estados de la conciencia es urgente para bien de nuestros amados lectores:

A)EIKASIA.

B)PISTIS.

C)DIANOIA.

D)NOUS.

El Primero de estos cuatro estados es inconsciencia profunda, barbarie en marcha, sueño infrahumano, crueldad, etc., etc., etc. El Segundo de tales estados se corresponde exactamente con todos los procesos razonativos: opiniones, sectarismo, fanáticos, etc., etc., etc. El Tercero se manifiesta como sintetismo conceptual, cientifismo, revisión intelectiva de creencias, inducción, deducción de tipo reflexivo, estudios muy serios sobre fenómenos y leyes, etc., etc., etc. El Cuarto es Conciencia Despierta; estado de Turiya, Clarividencia realmente objetiva, iluminada, perfecta; Polividencia, etc., etc., etc. Salí victorioso en la difícil prueba; incuestionablemente en la senda del “Filo de la Navaja” debemos ser probados muchas veces.

El Simbolismo Hermético de la citada prueba esotérica fue muy interesante. “Tres doncellas” muy serenas entre el fuego. ¡Victoria! Fue el resultado.

Hoy en día ya me encuentro firmemente establecido en los estados

DIANOETICO Y NOETICO. No está demás aseverar que EIKASIA y PISTIS fueron eliminados de mi naturaleza a través de las terribles ordalías de la Iniciación.

Treinta y siete días después de haber iniciado revisiones abismales, hube entonces de estudiar en forma directa las doce constelaciones zodiacales, bajo cuya regencia evolucionamos e involucionamos constantemente.

Cada una de las doce constelaciones zodiacales resplandece con su tono peculiar.

La Luz Astral de la constelación de leo es de un bellísimo color oro y uno se siente inspirado cuando la contempla.

El final de todos los procesos relacionados con la ascensión es siempre anunciado por cuatro ángeles, que vueltos hacia los cuatro puntos cardinales del planeta Tierra, hacen cada uno sonar su trompeta.

Dentro del templo se me entregó la blanca paloma del Espíritu Santo, como diciéndome: “Trabajad intensamente en la Novena Esfera” si es que queréis encarnar en ti mismo al “TERCER LOGOS”. Todos estos procesos simbólicos de la ascensión concluyeron a los cuarenta días.

La ceremonia final se realizó en el mundo Causal; lo que entonces sentí y vi, fue ciertamente extraordinario.

El Gran Iniciador fue entonces SANAT KUMARA, el fundador del Gran Colegio de Iniciados de la Venerable Logia Blanca.

En el Altar, con la caña de siete nudos en su potente diestra, aquel Gran Ser resplandecía terriblemente Divino.

Samael Aun Weor

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