LA CUARTA SERPIENTE

Cuando el maestro despertó su cuarta serpiente, golpeó tres veces en una puerta y entró en un luminoso salón lleno de música inefable y flores deliciosas. Cuatro maestros distribuidos en dos grupas lo recibieron; esos maestros resplandecían llenos de majestad, y cada uno tenía en su mano derecha la espada de la justicia cósmica; ellos apoyaban la empuñadura de la espada sobre el corazón, las espaldas desnudas se levantaban llenas de terrible poder. El maestro Jesús se colocó entre dos de los maestros, mientras una música inefable resonaba en el espacio.

La serpiente del cuerpo mental de Jesús despertó practicando magia sexual intensamente con la bella sacerdotisa del templo. Sin la mujer no se consigue nada y la mujer sin el varón no consigue nada; con la magia sexual se consigue todo, no hay como la dicha del amor. Después entró el maestro en un salón de estudio, todos los discípulos estaban sentados en sus bancos escolares, allí se estudiaba la sabiduría de la mente cósmica; Jesús lleno de humildad ingresó a ese salón como un estudiante más.

El cuerpo mental es el burro en que debemos montar para entrar a la Jerusalén celestial (mundos superiores) victoriosos, allí se nos recibe con palmas, alabanzas y fiestas. El cuerpo mental es un cuerpo material, denso. Los 4 cuerpos de pecado físico, etérico, astral y mental, son materiales. La mente es el animal más rebelde que tenemos dentro, y tenemos que crucificar esa mente en el altar del sacrificio. La mente es la guarida del deseo y de la maldad.

Si nosotros arrojamos una piedra sobre un lago, vemos salir ondas que van desde el Centro a la periferia, esas ondas son la reacción del agua por el impacto de la piedra; así es la mente, ella vive reaccionando incesantemente contra los impactos provenientes del mundo exterior. Si nos insultan queremos pegar; si nos tientan reaccionamos llenos de pasión carnal; si nos alaban repartimos sonrisas, si nos vituperan contestamos con maldades. La mente es como el burro que si le pegan anda más rápida y sino más lento. Krishnamurti que tanto habla de la mente, no ha logrado cristificarla; las 33 cámaras espinales del cuerpo mental de Krishnamurti se hallan llenas de tinieblas porque no ha levantado la cuarta serpiente, le falta la magia sexual. Todos los deseos, egoísmos, crímenes y perversidades viven en la mente del hombre, sólo el Fuego quema esas escorias.

La razón es un delito de lesa majestad contra el “Intimo”. Muchas veces el Intimo, el Ser, da una orden y la mente se rebela con sus razonamientos. El Intimo habla en forma de corazonadas o pensamientos; la mente se revela razonando y comparando.

El razonamiento se basa en la opinión, en la lucha de conceptos antitéticos, en el proceso de elección conceptual, etc. Una mente dividida por el batallar de los razonamientos, es un instrumento inútil para el Ser, para el Intimo.

La voz del corazón es la voz del Intimo; la voz del Intimo es intuición. La acción sin razonamientos es la acción recta. La acción intuitiva es justa, recta y perfecta. La humanidad de acuario será intuitiva. La cultura intelectual es una función puramente animal del yo. Los intelectuales están llenos de orgullo, soberbia y pasión sexual. El intelecto se basa en la razón y la razón es luciférica y demoníaca; hay quienes creen que por medio de ella pueden conocer a Dios; nosotros decimos que sólo Dios se conoce a sí mismo.

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Es mejor practicar la meditación interna, que perder el tiempo razonando; con la meditación interna podemos hablar con Dios, el Intimo, el Ser, el Altísimo. Así podemos aprender del maestro interno; así podemos estudiar la sabiduría divina a los pies del maestro.

El intelecto se alimenta de las percepciones externas, pues la fuente de información son los sentidos externos; esa fuente de información no sirve porque los sentidos externos son totalmente deficientes, con un microscopio deficiente no se pueden estudiar los microbios y con un telescopio deficiente no se pueden estudiar las estrellas; hay que despertar todos los 12 sentidos que tenemos.

El pensamiento debe fluir silenciosa e integralmente, sin el batallar de antítesis que dividen a la mente entre opuestos conceptos; una mente fraccionada, no puede servir de instrumento al Intimo.

Hay que acabar con los razonamientos y despertar la intuición, sólo así podemos aprender la Verdadera sabiduría de Dios, sólo así queda la mente en manos del Intimo. La verdadera función positiva de la mente es el arte, la belleza, el amor, la música. El arte místico de amar; de la arquitectura divina, de la pintura, del canto, de la escultura, de la técnica puesta al servicio del hombre, pero sin egoísmo, sin maldades, sin odios, etc. El intelecto es la función negativa de la mente, es demoníaco.

La cuarta serpiente transmuta la mente-materia en mente-Cristo, esta serpiente sube por la médula espinal del cuerpo mental. Jesús entró en cada una de las 33 cámaras del mundo mental, conforme su cuarta serpiente fue subiendo de vértebra en vértebra, así transmutó su mente-materia en mente-Cristo. Sin el fuego es imposible Cristificar la mente y el fuego sólo se despierta con la magia sexual y el amor.

La mente humana está controlada por el guardián del umbral del cuerpo mental; esta criatura demoníaca es el yo mental. En la prueba de este guardián tenemos que desalojarlo y arrojarlo fuera del cuerpo mental; ese es el Satán en la mente y es intelectual y soberbio, e intensamente razonativo y fornicario. Ahora debemos entender por qué la mente humana es perversa. Los demonios más peligrosos tienen mente de santurrones y se las echan de santos.

Jesús triunfó en todas las pruebas y venció al Satán de la Mente.

Jesús iluminó sus 33 cámaras espinales con el fuego del Espíritu Santo, y en cada una de ellas estudió la terrible sabiduría divina.

En el mundo mental moran los magos negros más peligrosos del cosmos, tienen apariencias sublimes, hablan cosas inefables, bellas, y aconsejan luego en forma muy sutil la eyaculación del semen; así es como hacen caer a los grandes iniciados. En el mundo mental, están las maldades de la humanidad. No debemos dividir la mente entre superior é inferior. El cuerpo mental es un organismo semejante al físico; si lo ponemos en manos del Intimo nos convertimos en Dioses, y en manos de Satán nos convertimos en demonios.

Hay que dominar a la mente con el látigo de la voluntad, debemos montar en ese burro para entrar a la Jerusalem celestial; sólo así nos hacemos dignos de recibir el cuerpo de la liberación elaborado con los átomos más puros. El cuerpo de la liberación tiene apariencia Crística y es el aroma de la perfección, este cuerpo reemplaza al físico; Está hecho de carne, pero carne que no viene de Adán; Ese es el cuerpo de los hombres paradisíacos; Este cuerpo no está sujeto ni a las enfermedades ni a la muerte.

Cuando la cuarta serpiente de Jesús llegó al cuarto centro del corazón hubo una fiesta en el templo; todos los maestros revestidos con sus túnicas y mantos blancos ocuparon sus sillas y le confirieron el título de Buddha. Antes de entrar al templo, Jesús estuvo en un precioso santuario; estaba vestido con túnica y manto blanco.

Así gracias al amor y a la magia sexual, Jesús pudo libertarse de los cuatro cuerpos de pecado; gracias al encanto sexual se convirtió en un dragón de las 4 verdades, en un Buddha. La cuarta serpiente abrió sus 7 Iglesias totalmente en el mundo de la mente cósmica. La fiesta cósmica de este acontecimiento fue grandiosa: sobre la pirámide ardía una lámpara preciosa. Hubo una gran Procesión por las calles de la ciudad, con banderas de victoria. Las muchedumbres egipcias enardecidas de místico entusiasmo, victoreaban al maestro. Los guardas de la ciudad hicieron calle de honor para el desfile y tuvieron que luchar mucho para mantener el orden en todos los movimientos y paradas de las multitudes enardecidas.

Hoy en nuestros tiempos cuando los discípulos reciben el grado de Buddhas, la bendita Diosa madre del mundo los presenta en el templo de la mente diciendo: He aquí mi hijo muy amado, he aquí un nuevo Buddha; ella pone entonces sobre su hijo la diadema de Shiva y el manto de los Buddhas; Sanat Kumará exclama entonces: “Os habéis libertado de los 4 cuerpos de pecado y habéis penetrado en el mundo de los Dioses, tú eres un Buddha, cuando el hombre se libera de los 4 cuerpos de pecado es un Buddha, tú eres un Buddha”; y le entrega el globo del Imperator con su cruz encima.

La fiesta es entonces solemne en los mundos superiores; en Egipto estas ceremonias Iniciáticas se realizaban en carne y hueso, todavía no se habían cerrado los colegios Iniciáticos. La fiesta de Jesús, el nuevo Buddha fue solemne, la tierra sagrada de los viejos faraones se estremeció de gloria; la solemne procesión fue apoteósica.

Jesús encabezó el desfile llevando sobre sus hombros una gran cruz, realmente la cruz pertenece a los grandes misterios.

Todo el drama de la pasión del Señor se representaba antes de Cristo dentro de los templos de misterios, Jesús representó ese drama en los templos. Más tarde lo vivió dolorosamente en la ciudad querida de los profetas.

El primer maestro de Jesús fue Elchanam, el segundo fue el rabino Jehosuah Ben Perachiah, estos fueron sus preceptores en Palestina. Ahora el Buddha victorioso cargaba su cruz en Egipto, había superado a sus antiguos Instructores, se había convertido en Buddha.

Del cuerpo mental se extrae un extracto anímico que se fusiona con el Intimo; esto se realiza en el templo. Así terminó Jesús victoriosamente su cuarta iniciación de misterios Mayores. El fuego sexual arde terriblemente en el templo de la mente.

Samael Aun Weor

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