LA BASE HOMOGÉNEA

El GNOSTICISMO revolucionario jamás aceptaría un Dios antropomórfico al estilo del Jehová bíblico, sentado allá arriba en un trono de tiranía y lanzando rayos y centellas contra este triste hormiguero humano. Sin embargo es ostensible que el MOVIMIENTO GNÓSTICO INTERNACIONAL jamás ha sido ateísta.

Sinceramente confesamos que fuerza y fuerzas es algo muy unido en la creación; ¡Dioses hay Dios! exclamaba Víctor Hugo…

Es obvio que la variedad es unidad; el politeísmo se sintetiza en la unidad: la suma total de todos esos seres celestiales, llamados Elohim, dioses, Dhyanchohanes, Dhyani-Buddhas, ángeles, Devas, arcángeles, etc. constituyen eso que suele llamarse Dios. Hemos creído siempre que la mortalidad e inmortalidad es algo demasiado relativo y aunque parezca increíble, Dios también muere al final del MAHAMVANTARA.

Esto no significa aniquilación divinal; es incuestionable que al finalizar el GRAN DÍA CÓSMICO, el EJÉRCITO DE LA VOZ, el VERBO, eso que llaman Dios, deja de existir en el cosmos y pasa a Ser en el ABSOLUTO. SER es mejor que existir y la razón de SER del SER es el mismo SER. En el ABSOLUTO está nuestra legítima existencia que es un NO SER, un NO EXISTIR para la razón humana. El ABSOLUTO no es un DIOS ni tampoco un individuo divino o humano; seria absurdo dar forma a lo que no tiene forma; seria un despropósito intentar antropomorfizar al espacio. Ciertamente el ABSOLUTO es ESPACIO ABSTRACTO incondicionado y eterno, mucho más allá de los Dioses y de los hombres.

Al iniciarse la aurora del MAHAMVANTARA la heterogeneidad se desenvuelve de la homogeneidad, renace el EJERCITO DE LA VOZ (DIOS), para volver nuevamente a crear. Los biólogos buscan en la actualidad su protoplasma homogéneo, y los químicos su prótido, al paso que la ciencia está buscando afanosamente la fuerza de que la electricidad, el magnetismo, el calor, etc., son diferenciaciones.

Al llegar a esta parte del presente capítulo es necesario que hablemos un poco más claro, que yo mismo diga lo que por mí mismo y en forma directa he experimentado. Es incuestionable que yo he pasado por la experiencia mística de varios PRALAYAS precedentes, pues soy un ARCÁNGEL de antiguos MAHAMVANTARAS.

La palabra sánscrita que mejor podría definir aquello y en donde se originan y disuelven todas las cosas, es fuera de toda duda: PRABHAVAPYAYA. Tradúzcase esta palabra como lugar o plano donde se originan y disuelven todas las cosas.

el pralaya

Sin embargo es necesario enfatizar la idea trascendental de que “PRABHAVAPYAYA” no es la “MADRE DEL MUNDO”, ni la “MATRIZ” del COSMOS, ni la causa material de nuestro planeta tierra. Nosotros los Gnósticos encontramos la raíz del cosmos exclusivamente en PARABRAHMAN y MULAPRAKRITI, el eterno PADRE-MADRE, el ANDRÓGINO DIVINO. Jamás he podido olvidar aquellos instantes del PLÉROMA de la dicha en que los PADRES-MADRES, enseñaron a sus hijos las leyes de la naturaleza, recuerdo que instruyeron cantando deliciosamente en el lenguaje de la luz.

Es pues incuestionable que la esencia plástica existente por si misma, la base HOMOGÉNEA del Universo, debemos buscarla en PARABRAHMAN y MULAPRAKRITI, el UNO, aquello, bajo dos aspectos…

Ahondando en esta cuestión tan abstracta y para muchos hasta difícil de comprender, recuerdo que durante la noche profunda del Pralaya los PADRES-MADRES o ANDRÓGINOS DIVINOS no olvidan fácilmente el universo que existió y este recuerdo se proyecta en el espacio abstracto ABSOLUTO formando paraísos de inconcebible felicidad en aquello que no tiene nombre. Es indubitable que si arrancáramos una flor maravillosa de alguno de esos edenes del ABSOLUTO y si luego la trajéramos al cosmos, dejaría instantáneamente de tener alguna existencia.

Samael Aun Weor

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