JEHOVÁ. LUCIFER. CRISTO.

Existe el hombre luciférico y existe el hombre Edénico. El hombre luciférico derrama su semen. El hombre Edénico nunca derrama su semen. La humanidad actual es luciférica. La antigua humanidad de las razas Polar, Hiperbórica y Lemúrica, fue la humanidad Edénica. El estado Edénico, es un estado de la conciencia.

El estado luciférico es otro estado de conciencia. Un hombre del Edem puede tener cuerpo de carne y hueso como cualquier hombre.

Un hombre luciférico tiene cuerpo de carne y hueso como cualquier hombre. Los estados Edénico y luciférico, son estados de la conciencia. El Edem es el plano etérico. Cuando el hombre salió del Edem se sumergió su conciencia en ciertos estratos atómicos o regiones luciféricas. Se hundió el alma humana en sus propios infiernos atómicos y perdió sus poderes. Esa fue la salida del Edem.

Así murió el hombre edénico y nació el hombre luciférico.

Por ello fue que dijo el Señor Jehová: “De todos los Árboles del Huerto podréis comer, menos del Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal, porque el día que de él comiereis moriréis.

En los gigantescos patios de los templos de la antigua Lemuria, los hombres y mujeres se unían sexualmente para crear. El acto sexual era dirigido por los Elohim. El hombre y la mujer se retiraban antes del espasmo para evitar la eyaculación seminal.

Los Elohim solo utilizaban un espermatozoide, y un gameto femenino para crear. Un espermatozoide, y un gameto femenino, para crear. Un espermatozoide es tan infinitesimal, tan microscópico, que fácilmente se escapa de nuestras glándulas sexuales sin necesidad de derramar el semen. Así se reproduce el hombre edénico.

Así nacen hijos de la Inmaculada Concepción. Esta es la Inmaculada Concepción. Lucifer tentó al hombre y el hombre cayó en tentación. Lucifer es un mago negro de túnica color de sangre.

Lucifer cubre su cabeza con capacete rojo, como los bonzos y Dugpas del Tibet oriental. Las fuerzas lujuriosas de los luciferes, despertaron en el hombre la pasión animal. Entonces los hombres y mujeres comenzaron a eyacular su semen.

Las tribus de Lemuria fueron por este motivo, expulsadas de los templos.

El Kundalini que antes se levantaba victorioso en el canal medular, bajó entonces hasta el hueso coxígeo y quedó encerrado en el chakra Muladhara. Se apagó la lámpara del templo y el hombre se hundió en profundas tinieblas. Así murió el hombre edénico, y nació el hombre luciférico. Cuando el hombre comió del fruto prohibido, dijo el Señor Jehová: He aquí que se ha hecho uno de NOS conociendo el bien y el mal. Si el hombre no hubiera comido del fruto del árbol del conocimiento se hubiera levantado hasta el estado Angélico pero en perfecta inocencia. En el Edem éramos nosotros con respecto al Señor Jehová lo que los dedos de la mano respecto al cerebro. Lucifer nos dio a nosotros independencia.

El fruto prohibido nos hizo conscientes de la ciencia del bien y del mal. Esta ciencia es muy profunda. Existe lo bueno de lo malo y existe lo malo de lo bueno, en todo lo bueno hay algo de malo; en todo lo malo hay algo de bueno. Entre el incienso de la oración también se esconde el delito. Entre el perfume de la plegaria también se esconde el delito.

Hay mucha virtud en los malvados; hay mucha maldad en los virtuosos. Aquel que conoce lo bueno de lo malo y lo malo de lo bueno, recibe la espada terrible de la Justicia Cósmica. Los Ángeles conocen la ciencia del bien y del mal. Los Ángeles son hombres perfectos. Los Ángeles también salieron del Edem y volvieron al Edem, por eso son Ángeles. Los Ángeles fueron hombres como nosotros. Salimos del Edem pero conocimos el bien y el mal.

Nosotros salimos del Edem, pero adquirimos auto-independencia.

Jehová el gobernador del Edem dijo: De todos los árboles del Huerto podréis comer, menos del árbol de la ciencia del bien y del mal, porque el día que de él comiereis moriréis. Lucifer dijo a la mujer: “No moriréis; mas sabe Dios que el día que comiereis de él serán abiertos vuestros ojos y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal”, y cuando el hombre comió del fruto prohibido, exclamó Jehová: “He aquí el hombre es como uno de Nos sabiendo el bien y el mal”. Así adquirimos sabiduría, así logramos auto-independencia, Así nos hicimos conscientes de la ciencia del bien y del mal.

Ahora debemos volver al Edem para ser como Dioses, conociendo la ciencia del bien y del mal. Ahora debemos volver al Edem para ser Dioses. Tenemos que entrar al Edén por la misma puerta por donde salimos. Salimos del Edem por la puerta del sexo, y solo por esa puerta podremos volver al Edem.

El Edem es el mismo sexo. Si queremos entrar al Edem tenemos que volver al viejo sistema sexual del Edem. Tenemos que entrar por la puerta del sexo, porque por esa puerta salimos; No existe otra puerta para entrar al Edem, no existe otra puerta para salir del Edem. Por donde salimos tenemos que entrar, esa es la Ley. El hombre se hundió en los infiernos atómicos de la naturaleza, cuando salió del Edem. Si no hubiera sido por el Cristo, hubiera sido para nosotros muy difícil salir del abismo. Afortunadamente se nos envió un salvador, ese Salvador fue el Cristo.

Ahora tenemos que encarnar a Cristo en nosotros para volver al PADRE. Nadie llega al PADRE sino por El HIJO.

Solo con la sangre redentora podemos lavar nuestras vestiduras y vestirnos con ropas blancas para entrar al Edem, exactamente por la misma puerta por donde salimos. A la suprema desobediencia de Adam, se opuso la suprema obediencia de CRISTO.

Jehová nos dio sus mandamientos. Lucifer nos dio auto-independencia individual, y CRISTO nos redime del pecado. Así se levantan los Dioses desde el barro de la tierra.

Samael Aun Weor

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