EVOLUCIÓN E INVOLUCIÓN

De acuerdo con la definición común y corriente del diccionario, la palabra evolución significa “un desarrollo ordenado y progresivo”, gobernado por ciertas leyes exactas pero desconocidas.

Para los cerdos de EPICÚREO, (los secuaces de la DIALÉCTICA MATERIALISTA), la idea de la EVOLUCIÓN antes que todo, excluye la idea de un PLAN INTELIGENTE y de un LOGOS CREADOR.

Los fanáticos TONTOS de esa FARSA escrita por Carlos Marx, llamada DIALÉCTICA MATERIALISTA, creen en forma estúpida que la Evolución es un proceso independiente y mecánico sin Dios ni Ley.

Para los estudiantes de las distintas Escuelas PSEUDO-ESOTÉRICAS y PSEUDO-OCULTISTAS, la idea de la EVOLUCIÓN, antes que todo, incluye la idea de un PLAN INTELIGENTE y de un Logos Creador.

La palabra Evolución contiene en sí misma, un significado DOGMÁTICO y ése precisamente es su rasgo característico.

Los basamentos científicos de la Evolución son: Las teorías nebulares sobre el origen del universo, con todas sus innumerables alteraciones, modificaciones, adiciones, restricciones, etc., que realmente nada cambia en la original concepción errónea del proceso mecánico de construcción; y segundo, la caprichosa Teoría de Darwin sobre el origen de las especies con todas sus correcciones y cambios posteriores.

En cuestión de concepciones nebulares hay mucho que comentar y sobre el origen del Universo se han inventado por estos tiempos muy ingeniosas TEORÍAS, pero todo eso son puras especulaciones fantásticas sin comprobación alguna, juegos de la mente, tonterías.

La EVOLUCIÓN y TRANSFORMACIÓN de las especies en el sentido estrictamente DARVINISTA se fundamenta en “HECHOS” seleccionados artificialmente; Para probar la TEORÍA, se recurre a la ANATOMÍA COMPARADA, A LA MORFOLOGÍA, A LA EMBRIOLOGÍA, A LA PALEONTOLOGÍA, etc., pero cada década niega los “HECHOS” de la década anterior y los sustituye por nuevos “HECHOS”, pero la TEORÍA permanece inconmovible.

En realidad la aparición de nuevas especies como resultado de la Ley de la Evolución no pasa de ser más que una simple hipótesis porque jamás se ha podido verificar, nadie ha visto aparecer una nueva especie.

El pensamiento moderno al crear la Teoría de la Evolución se olvidó de los procesos destructivos de la naturaleza. La razón de esto estriba en el campo de visión intelectual demasiado limitado de estos tiempos, debido a esto se elaboran TEORÍAS de relumbrón, muy bonitas, pero con un número insuficiente de “HECHOS”; ninguno de los procesos es ciertamente conocido en forma INTEGRA y observando sólo parte del proceso, los hombres dicen que este proceso consiste en cambios de tipo EVOLUTIVO.

La mente humana esta por estos tiempos modernos ya tan degenerada que hasta se ha hecho incapaz de comprender el proceso inverso INVOLUTIVO, en gran escala. La mente de los eruditos está tan embotellada en el DOGMA de la EVOLUCIÓN que sólo sabe pensar en función de su propio embotellamiento y a los fenómenos de destrucción, decadencia y degeneración les aplica los calificativos de evolución, desarrollo y progreso.

Los pueblos y culturas de la EDAD DE PIEDRA no son el principio ni el fin del mundo, son únicamente la declinación y degeneración de riquísimas civilizaciones anteriores y esto está demostrado por los restos de las culturas prehistóricas, por los datos de la Filología comparada que muestran la sorprendente riqueza psicológica de las lenguas ARCAICAS, y por los documentos irrefutables del ARTE y LITERATURA antiguos.

No todos los Pueblos aislados de la tan cacareada civilización moderna son SALVAJES, rechazar la barbarie civilizada no es signo de SALVAJISMO, pero esto no significa que no existan pueblos aislados en franco estado de SALVAJISMO.

Los pueblos verdaderamente SALVAJES o SEMI-SALVAJES hallados por los exploradores modernos, son fuera de toda duda descendientes degenerados de pueblos extraordinariamente cultos que existieron antes de la Edad de Piedra.

Ninguno de los pueblos verdaderamente salvajes encontrados por los exploradores ha mostrado signo alguno de EVOLUCIÓN, por el contrario, en todos los casos sin excepción se han observado signos inconfundibles de Degeneración e Involución.

Todos los pueblos salvajes o semi-salvajes tienen leyendas y tradiciones de una edad de oro o de una etapa heroica, pero en realidad estas tradiciones, estas leyendas, hablan de su propio pasado, de su propia antigua civilización.

El mismo hecho explica con claridad meridiana la superioridad indiscutible de los dibujos paleolíticos, es decir, de los más antiguos encontrados en las profundas cavernas de la tierra, en relación con los dibujos neolíticos, es decir, los más recientes.

El HERMANO GNÓSTICO, C. Iturralde V., me envió una interesante carta procedente de su país, Bolivia, en la que dice:

“Algo interesante y curioso es aquí una leyenda que no solamente es creación fantasiosa de algunas mentes sino que parece que tiene una realidad objetiva, es que existieron seres humanos de proporciones pequeñísimas; en unos casos de más o menos 15 centímetros y en otros casos hasta de 25 centímetros, que vivían en una especie de aldeas o poblados, con casas construidas por ellos, utensilios tales como ollas, etc.”.

“Cuando niño escuché que cerca a la ciudad en que vivía habían existido tales seres, (exactamente en Lipes, una altiplanicie rodeada de montañas —los Andes— y un solar enorme al este); ahora he sabido que cerca de aquí (POTOSÍ), a unos 120 kilómetros hay una población de unos treinta centímetros de altura —las viviendas- en cuyo interior se encuentran vajillas correspondientes a seres muy pequeñísimos. Esta población dicen que está rodeada de unos cerros puntiagudos, bastante raros que se elevan máximo a dos o tres metros pero que para el caserío semejan montañas; alrededor recién se levantan los cerros más grandes de cientos de metros. Según, continúan diciendo, los indígenas del lugar, no admiten que nadie se acerque a esta curiosidad”.

Esta es una Raza Lémur muy INVOLUCIONADA; Esta es la raza LILIPUTIENSE y JINA de los míticos siberianos, verdaderos NIBELUNGOS de sus galenas, hombres-hormigas, en fin de los que han quedado indelebles huellas aún en las propias pinturas rupestres, empezadas a estudiar hoy por los científicos de nuestros días.

Las llamadas razas primitivas europeas de la Edad de Piedra, tales como la de CROMAGNON que vivía en las cavernas de la tierra, fueron muy hermosas pero el impulso CÍCLICO descendente, involutivo, pesaba terriblemente sobre esas razas de origen ATLANTE; Finalmente el hombre PALEOLÍTICO dejó su puesto a su sucesor, desapareciendo casi por completo de la escena.

Dentro de todo proceso EVOLUTIVO existe un proceso INVOLUTIVO. La Ley de la Evolución y su hermana gemela la Ley de la Involución, trabajan en forma coordinada y armoniosa en todo lo creado.

Las Leyes de la Evolución y de la Involución constituyen el eje mecánico de la Naturaleza.

Nosotros los Gnósticos no negamos la Ley de la Evolución, esta Ley existe, lo malo, lo equivocado, es atribuirle a esta Ley, FACTORES y PRINCIPIOS equivocados o falsos.

La Auto-Realización Íntima del Hombre no es el resultado de ninguna Mecánica, la Evolución es una Ley Mecánica como lo es la de la Involución.

La Auto-Realización Íntima del Hombre es el resultado de tremendos Súper-Esfuerzos Auto-Conscientes hechos por uno mismo y dentro de uno mismo, aquí y ahora.

Negar la ley de la EVOLUCIÓN seria absurdo, pero atribuirle a dicha Ley factores que no tiene, es estúpido.

Existe Evolución en todo proceso creador, en la semilla que germina y crece, en el niño que nace, en la planta que florece.

Existe Involución en todo proceso destructivo, en el árbol que se marchita y que por último se convierte en un montón de leños, en la planta que envejece, en el anciano que por fin exhala el último suspiro.

Todo lo que existe en la creación evoluciona hasta cierto punto perfectamente definido por la naturaleza, y luego involuciona hasta regresar al punto de partida original.

Ningún ser viviente puede Auto-Realizarse ni mucho menos Liberarse con la Ley Mecánica de la Evolución.

Samael Aun Weor

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