EL PRATIMOKCHA

Empezaremos este capítulo con un hermoso poema de don Ramón del Valle Inclán:

ROSA GNÓSTICA

“Nada será que no haya sido antes.

Nada será para no ser mañana.

Eternidad son todos los instantes,

Que mide el grano que el reloj desgrana”.

“Eternidad la gracia de la cosa,

y la alondra primera que abre el día,

Y la oruga, y su flor la mariposa.

¡Eterna en culpa la conciencia mía!”

“Al borde del camino recostado

como gusano que germina en lodo,

siento la negra angustia del pecado,

Como la divina aspiración al Todo”.

“El gnóstico misterio está presente

en el quieto volar de la paloma,

y el pecado del mundo en la serpiente (TENTADORA)

Que muerde el pie del ángel que la doma”.

“Sobre la eterna noche del pasado

Se abre la eterna noche del mañana.

¡Cada hora, una larva del pecado!

¡Y el símbolo la serpiente y la manzana!.

“Guarda el tiempo el enigma de las Formas,

como un dragón sobre los mundos vela,

y el Todo y la Unidad, supremas normas,

Tejen el Infinito de su estela”.

“Nada apaga el hervor de los crisoles,

en su fondo sellada está la eterna

idea de Platón. Lejanos soles

Un día encenderán nuestra caverna”.

“Mientras hilan las parcas mi mortaja,

Una cruz de ceniza hago en la frente.

el tiempo es la carcoma que trabaja

por Satanás. ¡Y Dios es el presente!”.

“¡Todo es Eternidad! ¡Todo fue antes!

¡Y todo lo que es hoy será después,

en el instante que abre los instantes,

¡Y el hoyo de la muerte a nuestros pies!”

¿Bello poema, verdad? “Nada será que no haya sido antes”. “Nada será para no ser mañana”. He ahí la ley de RECURRENCIA; constante repetición de las vidas sucesivas. Y en cada existencia todo vuelve a ocurrir tal como sucedió; ciertamente el tiempo es la carcoma que trabaja por Satanás”. Circulo vicioso el de la repetición del drama de la existencia.

¿Queréis saber cuál ha de ser vuestro destino en la futura existencia? Quiero que sepáis que sobre la eterna noche del pasado se abre la eterna noche del mañana. ¿Comprendido? Cuando renazcáis en este valle de lágrimas el pasado se convertirá en futuro. Esto significa que vuestra vida actual con todas sus vanas alegrías, sufrimientos y dolores, se repetirá desgraciadamente.

Y epigénesis, creación de nuevas causas ¿entonces qué? ¡AY pobres mortales de la tierra! ¿Creéis acaso que el EGO o YO PLURALIZADO es capaz de crear algo nuevo? ¿Ignoráis que el EGO es memoria? ¿Polvo de los siglos acumulado? ¡GNÓSTICOS!… es indispensable que disolváis al EGO; es urgente morir de momento en momento; solo con la muerte adviene lo nuevo.

¿Habéis oído hablar del PRATIMOKCHA Buddhista? Esa es la ceremonia de descargo; nosotros los Gnósticos la practicamos. Confesar públicamente nuestros delitos, exhibirlos, ponerlos sobre el tapete de actualidad, no esconderlos, significa de hecho hacer escarnio de sí mismo, del YO. Una noche cualquiera asistí al PRATIMOKCHA en la Iglesia Gnóstica. Alguien, no importa quien, sentose en un cómodo sillón frente a la congregación; un gran ser se colocó tras él. El devoto confesó todos los delitos de su vida públicamente ante la hermandad.

Después de declarar algún delito hacia una pausa; en esos momentos el sacerdote y los concurrentes suplicaban a la MADRE DIVINA KUNDALINI del penitente, arrojara hacia abajo, hacia los MUNDOS INFIERNOS, el YO que personificaba tal pecado. Es obvio que la MADRE DIVINA KUNDALINI operaba sabiamente eliminando la entidad que personificaba el delito confesado.

Entonces pude comprender que realmente el Pratimokcha Buddhista es una ceremonia de descargo. Declarar tales delitos implicaba de hecho relatar públicamente la historia de la vida.

Se me explicó que esta forma de PRATIMOKCHA se practicaba tres o cinco veces durante el curso de nuestra existencia. Dentro de la liturgia gnóstica existe una forma muy especial de Pratimokcha mensual muy necesario para todos los hermanos. En el PRATIMOKCHA mensual solo se declara públicamente ante la hermandad el delito o los delitos cometidos dentro de los últimos treinta días de la existencia. (Véase nuestro libro titulado «constitución y liturgia del Movimiento Gnóstico»).

Es obvio que sin la ayuda de la Divina Madre Kundalini la eliminación de las diversas entidades que personifican nuestros errores, seria un imposible. Estas diversas formas del PRATIMOKCHA son muy útiles para eliminar todos esos diversos agregados PSICOLÓGICOS que constituyen el EGO. El regreso de los setenta confirma el PRATIMOKCHA; Ellos dijeron; Señor, aún los demonios (Yoes de las gentes), se nos sujetan en tu nombre.

Escrito está que Jesús el GRAN KABIR contestó: “Yo veía a Satanás (EL YO PLURALIZADO), caer del cielo como un rayo”.

“He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, (negras entidades del pecado) y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará. Pero no os regocijéis de que los espíritus malignos se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos”.

Cuidaos sacerdotes gnósticos de caer en el orgullo por el hecho de que se os haya dado potestad para trabajar con DEVI KUNDALINI, eliminando YOES Diablos. Sed humildes, puros y sencillos.

Durante el trabajo con el oro y con la plata, con el SOL y con la LUNA, en la forja de los cíclopes, es necesario el PRATIMOKCHA.

A los hijos del FUEGO y del AGUA, a los dos veces nacidos, les es indispensable el PRATIMOKCHA. Recordemos a Josué exclamando: ¡Sol, detente en Gabaón!; Y tú, luna, en el valle de Ajalón”.

Y el Sol se detuvo y la Luna se paró (símbolo del trabajo esotérico), hasta que la gente, —los iniciados— se hubo vengado de sus enemigos (los YOES DIABLOS). ¿No está escrito esto en el libro de Jaser? Y el sol-Cristo se paró para guiar al iniciado, como lo hace siempre y no se apresuró a ponerse, a ocultarse casi un día entero El CRISTO CÓSMICO, el LOGOS SOLAR, el SOL de la media noche, guía a todos aquellos que pelean contra sus enemigos, los Yoes tenebrosos, los diablos rojos de SETH. (EL EGO).

MI REGRESO AL TÍBET

MENSAJE DE NAVIDAD 1969 – 1970

CON LAS CLAVES PARA EL CONTROL DE LA NATALIDAD Y LA CURACIÓN DEL CÁNCER

SAMAEL AUN WEOR

KALKI AVATARA DE LA NUEVA ERA DE ACUARIO

PRIMERA EDICIÓN – BOGOTÁ – COLOMBIA, 1969

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