El Falso Sentimiento del Yo

Hay un gusto bastante exótico, bohemio, dijéramos, cuando narramos a otros nuestros dolores; cuando les decimos que somos gente de experiencia; cuando les contamos las aventuras de muchachos; la forma como tuvimos que trabajar para ganarnos el pan de cada día; la época más dolorosa de la existencia cuando andábamos por ahí buscando los centavos para subsistir, ¡cuántos dolores, qué tormentos!… En todo eso gozamos.

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