El Desarrollo Psíquico

Introducción:

Toda sensación es un cambio elemental en el estado de la Psiquis. Existen sensaciones en cada una de las Seis Dimensiones Básicas de la Naturaleza y del Hom­bre, todas ellas acompañadas de cambios elementales de la Psiquis.

Las sensaciones experimentadas dejan siempre una huella en nuestra Memoria.

Los dos tipos de Memoria

Tenemos dos tipos de Memoria: la espiritual y la animal. La primera conserva los recuerdos de las sensaciones ex­perimentadas en las Dimensiones Superiores del espacio. La segun­da conserva el recuerdo de las sensaciones físicas. Los recuerdos de las sensaciones constituyen las percepciones. Toda Percepción Física o Psíquica es realmente el recuerdo de una sensación.

Los recuerdos de las sensaciones se organizan en grupos que se asocian o se disocian, se atraen o se repelen. Las sensaciones se bipolarizan en dos corrientes perfectamen­te definidas. La primera obedece al carácter de las sensaciones. La segunda obedece al tiempo de recepción de las sensaciones.

La suma total de varias sensaciones convertidas en Causa Co­mún se proyecta externamente como objeto. Entonces decimos: este árbol es verde, alto, bajo, tiene olor agradable, desagradable etc.

Cuando la percepción es en el Mundo Astral o en el Mental decimos: este objeto o sujeto tiene tales cualidades, tal color, etc. En este último caso la suma total de sensaciones es interna, y su proyección es también interna, pertenece a las dimensiones Cuar­ta, o Quinta, o Sexta, etc. Las percepciones físicas, las vemos, con el aparato físico, y las Psíquicas con el aparato psíquico. Así co­mo tenemos sentidos físicos de percepción, así tenemos también sentidos psíquicos de percepción, Todo aquel que recorre la Sen­da de la Iniciación tiene que desarrollar estos sentidos psíquicos.

Conceptos:

Los conceptos se forman siempre con los recuerdos de las percepciones. Así, los conceptos emitidos por los Grandes Adeptos fundadores de religiones, se deben a los Recuerdos Trascendentales de sus Percepciones Psíquicas.

La formación de Percepciones conduce a la formación de las palabras, y a la aparición del lenguaje. La formación de Percepcio­nes internas conduce a la formación del lenguaje mántrico, y a la aparición del Lenguaje de Oro en que parlan los Adeptos y los Ángeles.

Es imposible la existencia del lenguaje cuando no hay concep­tos, y no hay conceptos cuando no hay percepciones. Aquellos que lanzan conceptos sobre los Mundos Internos sin haberlos percibido jamás, por lo común falsean la realidad, aún cuando tengan buenas intenciones.

En los Niveles Elementales de la Vida Psíquica muchas sensa­ciones son expresadas con gritos, alaridos, sonidos, etc., que reve­lan alegría o terror, placer o dolor. Esto sucede en el Mundo Físico y también en los Mundos Internos.

El Lenguage:

La aparición del lenguaje representa un cambio en la concien­cia. Así, también, cuando el discípulo ya comienza a parlar en el lenguaje Cósmico Universal, se ha hecho un cambio de conciencia. Sólo el Fuego Universal de la Serpiente y la disolución del Ego reencarnante puede provocar semejante cambio.

Concepto y Palabra son una misma Sustancia. El Concepto es Interno y la palabra es Externa. Este proceso es semejante en todos los niveles de la conciencia y en todas las Dimensiones del Espacio. Las ideas son únicamente conceptos abstractos. Las Ideas son conceptos más grandes y pertenecen al mundo de los Arquetipos Espirituales. Todas las cosas existentes en el mundo físico son copias de esos Arquetipos. Durante el Shamadhi, el Iniciado puede visitar en viajes astrales o súper-astrales, el mundo de los Arquetipos Espirituales.

El contenido Místico de las Sensaciones y Emociones Tras­cendentales no puede ser expresado en el lenguaje común. Las pa­labras sólo pueden sugerirlos, señalarlos.

Realmente solo el Arte Regio de la Naturaleza puede definir esas Emociones Superlativas y Trascendentales. En toda civilización serpentina se conoció el Arte Regio. Las Pirámides de Egipto y México, la Esfinge Mile­naria, los Viejos Monolitos, los Sagrados Jeroglíficos, las Escul­turas de los Dioses, etc., son los arcaicos testigos del Arte Regio que sólo habla a la conciencia y a los oídos de los Iniciados. El iniciado aprende este Regio Arte durante el Éxtasis Místico.

El espacio, con sus propiedades, es una forma de nuestra receptividad sensible. Esto lo comprobamos cuando mediante el desa­rrollo de los Chacras llegamos a percibir todo el Espacio en Forma Tetradimensional, en lugar de la forma Tridimensional a la cual an­tes estábamos acostumbrados.

Los Chakras:

Las características del Mundo cambian cuando cambia el aparato Psíquico. El desarrollo de los Chacras hace que el Mundo Cambie para el Iniciado. Con el desarrollo de los Chacras eliminamos de nuestra mente los elementos subjetivos de las percepciones. Subjetivo es lo que no tiene realidad. Objetivo es lo Espiritual, lo Real.

Con el despertar de los Chacras, mediante la Disciplina inter­na, viene un aumento de las características psíquicas. La Novedad en el Territorio Psíquico obscurece los cambios que se procesan simultáneamente en la Percepción del Mundo Físico. Se siente lo nuevo, pero el Iniciado no es capaz de definir lógicamente y en forma axiomática la diferencia científica entre lo Viejo y lo Nue­vo. El resultado de semejante incapacidad es la falta de perfecto equilibrio conceptual. Es, pues, urgente lograr el Equilibrio Conceptual para que la Exposición Doctrinaria de los Iniciados pueda cumplir correctamente su finalidad.

El cambio de Conciencia es el Objetivo verdadero de la Disci­plina Esotérica.

Necesitamos la Conciencia Cósmica. Esta es el sentido de una conciencia del cosmos; esto es la vida y el orden del Universo. La Conciencia Cósmica trae a la existencia un nuevo tipo de intelectualismo: La Intelección Iluminada. Dicha facultad es una característica del Superhombre.

Existen tres tipos de Conciencia:

  • Primera: Conciencia Simple.
  • Segunda: Autoconciencia Individual.
  • Tercera: Conciencia Cósmica.

La primera la poseen las bestias. La segunda el Animal Intelectual llamado Hombre. La tercera la tienen los Dioses.

Cuando nace la Conciencia cósmica en el Hom­bre, siente internamente como si el fuego de la Serpiente lo consumiera. El destello del Esplendor Bráhmico penetra en su Mente y en su Conciencia, y desde ese instante es iniciado en un nuevo y Superior Orden de Ideas. El deleite Bráhmico tiene Sabor a Nir­vana.

Cuando el Iniciado ha sido iluminado por el Fuego Bráhmico entra en el círculo Esotérico o Secreto de la Humanidad. En ese círculo encontramos una familia inefable, constituida por aquellos Viejos Hierofantes que se conocen en el mundo como Avataras, Profetas, Dioses, etc. Los Miembros de esta Distinguida Fami­lia se encuentran entre todas las Avanzadas razas de la humana, especie. Estos seres son fundadores del Budismo, el Taoísmo el Cristianismo, el Sufismo, etc., etc. Realmente estos seres son pocos, pero a pesar de ser tan pocos, son en verdad los directores y rectores de la Especie Humana.

La Conciencia Cósmica tiene infinitos grados de desarrollo. La Conciencia Cósmica de un nuevo Iniciado es inferior a la de un ángel y la de un ángel no puede tener el desarrollo de la de un Arcángel. En esto hay grados y grados. Esta es la escala de Jacob.

Resulta imposible llegar a la Conciencia Cósmica sin la Santi­dad. Es imposible lograr la Santidad sin el Amor. El Amor es el ca­mino de la Santidad. La forma de manifestación más grandiosa del Amor, se consigue durante la Magia Sexual. En esos instantes el hombre y la Mujer son un solo Ser Hermafrodita, terriblemente divino. La Magia Sexual brinda todas las condiciones internas que se necesitan para recibir el esplendor brahmánico.

La Magia Sexual proporciona al devoto todos los elementos Ígneos necesarios para el Nacimiento de la Conciencia Cósmica.

Para la aparición de la Conciencia Cósmica se requiere cierta cultura: la educación de los elementos afines a la Conciencia Cós­mica, y la eliminación de los elementos contrarios a la Conciencia Cósmica.

Los rasgos más característicos de aquellos individuos prepa­rados para recibir la Conciencia Cósmica es que miran al mundo como Maya (Ilusión). Ellos presienten que el Mundo, tal como la gente lo ve, es sólo una ilusión y buscan la Gran Realidad, lo Espiri­tual, lo Verdadero, aquello que está más allá de la Ilusión. Para el Nacimiento de la Conciencia Cósmica es necesario que el hombre se entregue de lleno a lo Espiritual, a lo interno.

La Magia Sexual brinda al Iniciado todas las posibilidades que se requieren para lograr el Esplendor Bráhmico y el Nacimiento de la Conciencia Cósmica. Es urgente que la Magia Sexual se com­bine con la Meditación interna y la Santidad. Así nos preparamos para recibir el esplendor Bráhmico.

Realmente, los ángeles son los hombres perfectos. Quien al­canza el estado perfecto de Hombre, se convierte en ángel. Aque­llos que aseguran que el Ángel es inferior al hombre, están falsean­do la Verdad. Nadie puede alcanzar el estado angélico si antes no ha logrado el estado de hombre perfecto. Nadie puede alcanzar el estado de Hombre Perfecto si antes no ha encarnado su alma. Ese es un Problema Sexual. Sólo en los hombres verdaderos nace el Ángel. Sólo en los Hombres verdaderos Nace la Conciencia Cós­mica.

Samael Aun Weor. / El Matrimonio Perfecto

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