EL AUTOCONOCIMIENTO DEL SER

Vamos a platicar un poco sobre asuntos esotéricos. Trabajaremos en la ciencia de la meditación…

A esta reunión solamente pueden entrar personas de Tercera Cámara, porque naturalmente, las personas que no son de Tercer Cámara no entienden esto; salen con preguntas de Antecámara, de Primeras Cámaras, etc., cosa que no está correcta. De manera que si algún hermano no es de Tercera Cámara, le rogamos tenga la bondad de retirarse…

– Bueno, ¿el Guardián del Templo está seguro de que todos los hermanos son de Tercera Cámara?

– “¡Así es!”. [Responde el aludido].

Empezaremos platicando hoy, por supuesto…

Ante todo, es necesario llegar uno a conocer su propio SER; pero conocerlo desde el punto de vista exclusivamente objetivo. Sería imposible poder conocer a nuestro propio Ser Interno desde un punto de vista subjetivo, y eso es obvio.

En Psicología Oficial, consideran que “Subjetivo” es lo positivo, lo claro, lo real, y que “Objetivo” es lo secundario. Están equivocados los psicólogos. Porque “Objetivo” es (en Psicología Real, Revolucionaria)… OBJETIVO se entiende lo Espiritual, lo Real, lo Verdadero, y SUBJETIVO lo incoherente, lo vago, lo impreciso, lo material. Debemos tener pues, en cuenta, estos factores.

Cuando digo que “necesitamos conocer al Ser en forma completamente objetiva”, estoy afirmando una gran verdad; y hay que aprehender eso que estoy afirmando…

Nuestro Ser, en el Mundo de las 12 Leyes, está condicionado por las mismas y representado por el Sol (que es el Mundo de 12 Leyes). También está condicionado por el Mundo de las 24 Leyes (que es el Mundo Planetario, el Sistema Solar), o está condicionado por un Mundo de 48 Leyes (el Mundo Físico) y en la forma más densa, está condicionado por el Mundo de las 96 leyes. De manera que nosotros necesitamos conocer al Ser, no solamente en el mundo de las 12 Leyes, o de las 24, sino en todos los mundos, y esto requiere muchos esfuerzos; no esfuerzos, dijéramos, indirectos, sino directos, centrales.

Nosotros necesitamos, en verdad, AUTOCONOCERNOS (“Hombre, conócete a tí mismo y conocerás al Universo y a los Dioses”), porque sólo conociéndonos a sí mismos, podemos trabajar directamente sobre sí mismos. Si no nos conocemos a sí mismos, ¿cómo trabajaríamos sobre sí mismos? ¡Imposible!, ¿verdad? Porque lo que estamos buscando es un cambio, una transformación radical, y esto solamente es posible AUTOEXPLORÁNDONOS, porque así podremos trabajar “directamente” sobre nosotros mismos.

Cuando hablo de “trabajar sobre nosotros mismos”, debe saberse entender. Podríamos convertirnos en imitadores de alguien, pero en este trabajo, en este caso no trabajaríamos en forma central, no serían ESFUERZOS CENTRALES los que haríamos, sino Unilaterales. Podríamos imitar al jefe de familia, o a la jefa, o algún Instructor, pero entonces, ese no sería un Esfuerzo Central, Directo.

KRISHNAMURTIKrishnamurti dice, por ejemplo: “Yo no quiero secuaces ni seguidores, sino tan sólo imitadores de mi ejemplo”. Me parece esto demasiado egoísta, pues si alguien se convierte en imitador de Krishnamurti, ya no está haciendo un Esfuerzo Central. ¡No! Ya es un trabajo de imitación. Pero el trabajo de imitación no es un trabajo en sí mismo, sobre sí mismo, directamente. ¡No! Lo está haciendo desde un ángulo; lo está haciendo en forma Unilateral; no es un Trabajo Central, no es un Esfuerzo Central.

Yo no les digo a ustedes que me imiten, porque así no harían ustedes un Esfuerzo Central; yo les digo que hagan un Esfuerzo Central, una serie de SUPERESFUERZOS CENTRALES; que trabajen sobre sí mismos, directamente. Sólo así es posible producir un cambio dentro de nosotros mismos.

Pero, obviamente, cuando uno trabaja sobre sí mismo en forma objetiva, cuando hace Esfuerzos Centrales, Directos, para producir el cambio, sucede que nos atacan entonces, en forma intensiva, el CENTRO EMOCIONAL INFERIOR. Y puede decirse que el Centro Emocional Inferior es catastrófico, tenebroso, horrible.

Cuando surgen ataques contra el Centro Emocional Inferior, se sufre íntegramente; aparecen, en nuestro sendero, en nuestro camino, gentes que nos hieren, que clavan el puñal en el centro Emocional Inferior, sentimos que nos torturan el corazón. Claro, hay tendencia siempre a reaccionar contra aquéllos que en una o en otra forma nos hieren; tenemos esa marcadísima tendencia a la reacción y si reaccionamos, se vigoriza el Centro Emocional Inferior, ¡y eso es gravísimo!…

Sin embargo, cada lucha contra las Emociones Inferiores tiene ciertas ventajas. Una de ellas es, precisamente, la más importante: es que surge (como resultado del conflicto aquél, contra las emociones, de las palabras que nos hieren) nuestro SER INDIVIDUAL, producto de la lucha, del esfuerzo. Este Ser individual surge (vigoroso, directo) a la manifestación, y es obvio que unifica todas nuestras funciones. Nuestros centros, que antes marchaban disparatados, unos en contra otros, se integran maravillosamente. Es mediante esa lucha que se hace contra las Emociones Inferiores, es mediante esos Superesfuerzos Objetivos y Centrales (no Indirectos ni Unilaterales), como se consigue en verdad la INDIVIDUALIDAD POTENTE y la INTEGRACIÓN DEL SER.

Al citar esta palabra: “INTEGRACIÓN DEL SER”, producto de los Esfuerzos Centrales sobre sí, debemos reflexionar un poco… Realmente, nuestro Ser Interior profundo, no está integrado: se compone de muchas partes Autónomas y Autoconscientes.

En las Sagradas Escrituras se habla, por ejemplo, de los DOCE APÓSTOLES; y cuando las gentes leen la Biblia toman a los Doce Apóstoles “a la letra muerta”: Se dice que “eran pescadores”, que “seguían Jesús de Nazareth, al Cristo”. Pero el Iniciado que está trabajando sobre sí mismo en forma directa, sobre su propio Ser, viene a descubrir a estos Doce Apóstoles, a esos Doce Pescadores.

Y de verdad que no los viene a descubrir fuera de sí mismo, sino dentro de sí mismo. Viene, con asombro, a darse cuenta que esos Doce Apóstoles son doce partes de su propio Ser; entonces se olvida un poquito de la cuestión meramente histórica y atiende mejor al Evangelio dentro de sí mismo.

Son las DOCE POTESTADES que, con la INICIACIÓN VENUSTA, penetran en el vientre de la DIVINA MADRE KUNDALINI, para venir un poco más tarde a la existencia física, y esto resulta importantísimo.

Cuando se habla de los 24 ANCIANOS del Apocalipsis de San Juan, que “arrojan sus coronas a los pies del Cordero” hay que saberlo entender. Tampoco son personajes extraños a nosotros mismos: son 24 partes Autónomas y Autoconscientes de nuestro propio Ser. Y cuando se le menciona a los CUATRO SANTOS, hay que saberlo entender: CUATRO DEVARAJAS que no están solamente allá en los Cuatro Puntos Cardinales de la Tierra, están dentro de nosotros mismos y tienen poder sobre los Cuatro ELEMENTOS. Y cuando se habla del CORDERO INMOLADO, que “borra los pecados del mundo”, no pensemos en un personaje histórico, de hace 1977 años. No niego la existencia del Gran Kabir, Jeshuá Ben Pandirá; sería absurdo negarlo, puesto que él es el autor de la PISTIS SOPHIA (ésto es histórico). Pero pensemos en ese Jeshuá Interior (al cual hace tanta alusión Pablo de Tarso), al JESUS-CRISTO ÍNTIMO, al LOGOS HUMANIZADO; al RAYO ese, LOGOICO, que cada uno de nosotros tiene y que se mete en el vientre materno de la Divina Madre Kundalini Shakti, para venir más tarde a la manifestación, con la INICIACIÓN VENUSTA).

Debemos recordar que el Logos no es un individuo humano o divino. Se equivocan los que así piensan; el LOGOS es UNIDAD MÚLTIPLE PERFECTA. Cada uno de nosotros tiene su RAYO LOGOICO (por decirlo así), su Cristo Íntimo, que cuando se humaniza dentro del vientre materno, se convierte en el Jesús-Cristo Íntimo. JESÚS significa: “SALVADOR”. Y CRISTO o CHRISTUS, o VISHNU, u OSIRIS: ese es nuestro Rayo Logoico.

Cuando Pablo de Tarso habla tanto de Jesús-Cristo, no se refiere a él como personaje histórico, sino al Jesús-Cristo Interior de cada uno de nos. A ese mismo se refería siempre, sabiamente, aquél hombre maravilloso y santo que escribiera su “Guía Espiritual”, aquel famoso hermano Fray Diego de Molinos. Obviamente, ese hombre murió mártir, en un calabozo de la Inquisición. Escribió “Imitación de Cristo”, que tiene más sabor, dijéramos, nirvánico que dogmático…

Así que, hermanos, ese Jesús-Cristo Íntimo es el que cuenta. Si un Iluminado invoca de verdad, en los Mundos de Conciencia Cósmica, a Jeshuá Ben Pandirá, él le hará este saludo, señalando el corazón: “Búscame aquí adentro; busca al Cristo aquí adentro”. Porque Jeshuá Ben Pandirá vino a traer la doctrina del Cristo Íntimo, en la misma forma que Gautama, el Buddha Sakyamuni, trajo la doctrina del Buddha Interior.

Así, mis queridos hermanos, quiero que reflexionen sobre lo que significa todo esto…

Cuando se habla también de aquel gran místico que se llamara SANTIAGO, el Apóstol, se debe comprender: el MERCURIO DE LA FILOSOFÍA SECRETA; es el representante mismo del Mercurio, que es una de las DOCE POTESTADES más importantes que llevamos en nuestro interior. Ese es Santiago el Mayor, es el Bendito Patrón de la Gran Obra, es el que nos enseña a nosotros la ciencia maravillosa de la Gran Obra.

El “PADRE DE TODAS LAS LUCES”, es el ANCIANO DE LOS DÍAS; y entre paréntesis, cada uno de nosotros tiene su ANCIANO. Por medio de Santiago El Mayor, nos enseña la ciencia bendita de la Gran Obra. ¡Vean ustedes cuán importante es Santiago!

Y cuando se habla de FELIPE, no se piense solamente en Felipe el Apóstol, aquél que bautizó al Eunuco a la orilla de un río, o de una fuente; aquél maravilloso personaje que aparecía y desaparecía como por encanto, que viajaba por los aires y asombraba, pues, a los pueblos. Y ese es el camino de nuestro FELIPE INTERIOR (que cada uno de nosotros carga). Es obvio que si le invocamos con pureza de corazón, le rogamos nos saque del cuerpo físico y nos lleve por las Regiones Suprasensibles del Eterno Espacio, seremos asistidos por él. Así que esas Doce Potestades están dentro de nosotros mismos, no fuera de nosotros mismos.

Bien, y no nos quedamos aquí: está el GUARDIÁN DEL UMBRAL DEL MUNDO ASTRAL, el GUARDIÁN DEL UMBRAL DEL MUNDO MENTAL, el GUARDIÁN DEL UMBRAL DEL MUNDO CAUSAL (he ahí Tres Guardianes).

¿Y qué diremos de la Divina Madre Kundalini Shakti? Tiene cinco aspectos: el de la INMANIFESTADA (que es el más oculto y terrible de todos), NEPHTIS. En nombre de la verdad, ni yo mismo he podido entrar (por lo menos en esta reencarnación) en el Templo de Nephtis. En el Templo de la Inmanifestada, la puerta es muy estrecha, aunque sea cristalina… Obviamente, algún día pienso entrar, pues los Dioses también sufren mucho para poder lograr entrar al Templo de Nephtis…

Luego viene el de la MANIFESTADA, llamémosla ISIS, llamémosla ADONIA, INSOBERTA, REA, TONANTZIN, CIBELES, DIANA, MARÍA o MARAH. No importa el nombre que le demos; ella está más cerca de nosotros, mejor dicho, con nosotros. Sabiduría Amor y Poder. Y es parte de nuestro Ser también. Una parte de nuestro Ser, pero derivado.

Y hablemos también del tercer aspecto de la Madre Cósmica, como terror de Amor y Ley que castiga a los Iniciados cuando éstos merecen ser castigados… La REINA DE LOS INFIERNOS Y DE LA MUERTE, no importa que le llamemos PROSERPINA o COATLICUE, o HÉCATE… La terrible Hécate… En todo caso, nos castiga para nuestro bien, y es una parte, también, de nuestro propio Ser.

¿Y qué diremos de la MADRE NATURA, el cuarto aspecto de nuestro Ser-Madre? Isis, une perfectamente al zoospermo con el óvulo. Aquel que en forma matemática diseña el cuerpo físico.

El que dispone exactamente los 48 cromosomas en la célula germinal primitiva. Obviamente, nuestra DIVINA MADRE NATURA es sabia por naturaleza.

Por último, tenemos el quinto aspecto: Como MAGA ELEMENTAL y como Señora que nos da los impulsos instintivos, como Reina de los Elementos. Como Maga Elemental, repito, es maravillosa…

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Así, pues, que el Buddha Gautama nos habla de “Paz el conductor de la Vaca Sagrada”. Algún día (no se extrañen) cada uno de nos tiene que convertirse en el conductor de los cinco aspectos maravillosos de la VACA DE LAS CINCO PATAS, de la VACA SAGRADA. Por cierto que la Blavatsky vio por allá, en el Indostán, una de esas maravillas de la Naturaleza: una vaca blanca de cinco patas (la quinta la llevaba en la giba, con ella espantaba las moscas); la conducía un joven de la secta Sadhu, que se alimentaba con esa leche. De cuando en cuando, aparecen y han aparecido en América también casos de esos, viva representación de los cinco cuerpos de la Divina Madre Kundalini, de los cinco aspectos de la Kundalini-Shakty.

Y van viendo, ustedes, los distintos aspectos de nuestro Ser. Él es DIOS LEÓN, también, el LEÓN DE LA LEY; él es el POLICÍA DEL KARMA, que en nuestro interior cargamos, que surge de aquellas regiones cuando nosotros hemos cometido algún error (KAOM). Tenemos nuestro ANUBIS PARTICULAR, propio, que nos aplica también la Ley.

Tenemos a un METRATÓN (relacionado con el hombro derecho) y a un SANDALFÓN (relacionado con el hombro izquierdo). Y tenemos al SEÑOR DEL TIEMPO, que puede traernos la memoria de nuestras antiguas existencias, nuestros recuerdos… Todo eso tenemos en nuestro interior…

Tenemos a una MINERVA, no solamente allá, en el Macrocosmos, sino una parte de nuestro Ser, que tiene sabiduría, que puede realizar dentro de nosotros operaciones extraordinarias… Nuestro Ser-Madre…

Nuestro Ser tiene muchas partes Autónomas, Autoconscientes, independientes. La parte superior de nuestro Ser es el VIEJO DE LOS SIGLOS.

No podríamos perfeccionar las distintas partes del Ser, si no elimináramos (de nosotros mismos) los elementos inhumanos que siempre cargamos; todos esos agregados psíquicos, viva personificación de nuestros errores.

Así, que mis queridos hermanos, que “tal, como está arriba, es abajo”. Si en la parte más elevada de nuestro Ser hay una multiplicidad, también en la parte inferior está la multiplicidad del Ego (por oposición). No podríamos, repito, purificar o perfeccionar… …las partes más elevadas del Ser están dentro de uno, lo difícil es perfeccionar la parte más elevada del Ser, sin haber destruido hasta el último de los agregados psíquicos. Quien logre desarrollar la parte más elevada del Ser, quien logre purificarla, recibe el grado de ISHMESCH.

Los grados se conocen en los CUERNOS. EL LUCIFER INTERIOR de cada uno de nos, que es una reflexión del Logos dentro de nosotros mismos, tiene Cuernos. Por el número de Cuernos, se reconoce el grado de desarrollo espiritual y perfección de la Razón Objetiva que hemos alcanzado.

Quienes poseen los SEIS TRIDENTES en los Cuernos, han realizado la Gran Obra, han logrado establecerse en el SAGRADO ANKLAD; pero quienes poseen los NUEVE TRIDENTES en los Cuernos, se integran con el Eterno Padre Cósmico Común.

Ahora bien, por oposición, tenemos también una multiplicidad en el Ego; por oposición debemos desintegrarlos.

Hay dos tipos de integraciones, mis queridos hermanos. Podemos integrar al Ser, y es la INTEGRACIÓN CÓSMICA, LA CRISTALIZACIÓN POSITIVA. Y hay otra integración, mis queridos hermanos: la INTEGRACIÓN NEGATIVA.

Quienes integran el Ego, se convierten en demonios terriblemente perversos. ¡Los hay! Hay Magos Negros que han cristalizado. Magos Negros que le rinden culto a todas las partes del Ego, que las han reunido en sí mismos, que se han integrado totalmente (esa es una Integración Negativa, la Integración del Ego).

Hay escuelas que rinden culto al Ego, y que no quieren desintegrar el Ego, que lo veneran, que lo adoran, que consideran a los distintos agregados psíquicos como “Valores Positivos”, maravillosos, y que los cuidan mucho. Esos equivocados integran el Ego, se convierten en tenebrosos sumamente fuertes, MAGOS DE LAS TINIEBLAS. Los hay en el SOL NEGRO (por oposición), la antítesis del Sol que nos ilumina. Los hay entre las entrañas del SUBMUNDO, los hay en LILITH, la LUNA NEGRA; son cristalizaciones equivocadas, integraciones negativas. Nosotros debemos hacernos conscientes de todo eso…

Así, pues, en la lucha contra las Emociones Negativas, surge el Ser, comienza poco a poco el proceso de integración del Ser. Pero por oposición, se intensifica la desintegración del Ego, hasta su aniquilación total.

En el camino de la investigación, no debemos olvidar que se hace necesario estudiar al Ser, no solamente, repito, en el mundo de las 12 Leyes, sino también en el de las 24, en el de las 48 y hasta en el de las 96. Porque el Ser está condicionado por los distintos agregados psíquicos que llevamos en nuestro interior, y eso es obvio.

Una vez que nosotros hemos comprendido, comprendemos también la necesidad de comprender a otros. No podemos comprender a otros, si no nos hemos comprendido a sí mismos. Para poder comprender a otros, y estar en la fraternidad real y verdadera, se necesita es ponernos de acuerdo. Alguien dice por ahí: “Bueno yo comprendo a fulano, pero no estoy de acuerdo con él”. Eso es absurdo. Si se le comprendiera, se estaría de acuerdo con él. Precisamente, por lo que no se le comprende, no se está de acuerdo con él; eso es obvio.

¿Cómo se puede comprender a alguien y no estar de acuerdo con ese alguien? Esto es cuestión estrictamente matemática. Si sumamos 20 + 20, ¿qué cantidad nos daría? 40, ¿verdad? Bien, si dividimos 40 entre 2, ¿qué queda? 20. Y es obvio, partimos desde 20. Bien, entonces 20, ¿Bien vendría a ser qué? ¿Qué vendría a ser? Vendría a ser, dijéramos, lo que podríamos llamar la “MEDIA MATEMÁTICA EXACTA”. ¿Por qué? Porque sencillamente, esa media (que es la cantidad 20) matemática exacta entre dos cantidades: 20 y 40. Pero esa cantidad matemática media, entre dos cantidades, obviamente nos viene a dar el equilibrio entre el Ser y el Saber, ¡eso es claro! Debe haber un perfecto equilibrio entre el Ser y el Saber; si no hay un equilibrio perfecto entre el Ser y el Saber, pues, sencillamente, no hay comprensión… Mas si se comprende a alguien, se le debe comprender, y si no se le comprende, pues no se le comprende y eso es todo.

Podría ser que ese alguien (que presumimos haber comprendido) tiene ideas diferentes a las nuestras, y que digamos: “Sí lo he comprendido, pero no estoy de acuerdo con él”. En este caso, no lo hemos comprendido; si no, estaríamos de acuerdo. Porque lo que estoy diciendo es de difícil comprensión, pero es real…

Si fulano es “Protestante” y nosotros somos Gnósticos, y hemos comprendido que él es “Protestante”, en su punto de ver la Religión, y decimos: “Lo comprendo, pero no estoy de acuerdo con su Iglesia Protestante, con sus ideas Protestantes”, pues sencillamente no lo hemos comprendido. Pero si nosotros lo hemos comprendido realmente, entonces sabemos que está repitiendo determinadas parábolas bíblicas y que las está repitiendo en forma dogmática, si las está repitiendo en forma dogmática. ¿Entonces qué sucede? Comprendemos que las está repitiendo en forma dogmática. Si entendemos que éste es un hombre número 3, un hombre meramente intelectual, entonces decimos: “Este hombre está repitiendo lo que ha estudiado en la Biblia, lo que otros le han enseñado o le habían enseñado; es un hombre de tercer nivel (meramente intelectual), lo he comprendido. No le discuto, lo he entendido, porque él es número 3, y yo soy hombre número 4, o número 5, etc.; por lo tanto, él está en su verdad; lo he comprendido y soy su amigo”… Eso se le llama “COMPRENDER”, realmente y “estar de acuerdo”.

Para Comprender a alguien, hay que estar de acuerdo con ese alguien. Si ese alguien, por ejemplo, habla inglés y nosotros hablamos español, ¿cómo podríamos comprenderlo? Tenemos que estar de acuerdo en algo: en el lenguaje, o en los símbolos, para podernos entender. De lo contrario, ¿cómo nos entenderíamos? No habría entendimiento alguno. Así que necesitamos entendernos.

Considerando estas cosas, mis queridos hermanos, la Comprensión, realmente, resulta algo que hay que investigar a fondo. Aquí en nuestros estudios, aprendemos a comprender; comprendiendo la enseñanza, avanzamos en el Sentido de Comprensión. Y es indispensable comprender…

Nosotros necesitamos comprender la Gnosis, pero hay que equilibrar el Ser y el Saber, pues si el Saber es mayor que el Ser, no hay equilibrio; si el Ser es mayor que el Saber, tampoco hay equilibrio. El Ser y el Saber necesitan equilibrarse; sólo así surge la Comprensión.

Es vital comprender, y a medida que avanzamos (Autoexplorando, dijéramos, todas esas partes de nuestro Ser), la Comprensión va surgiendo cada vez más y más en nosotros; eso es obvio.

La Comprensión nos lleva muy lejos en nuestros estudios.

En todo caso, luchamos por la Integración del Ser, queremos la desintegración del Ego. Por lo tanto, urge trabajar, profundamente, sobre nosotros mismos.

Para poder desintegrar el Ego, hay necesidad de comprender cada agregado psicológico que vamos a desintegrar. Por ejemplo, la VENGANZA (no confundir la justicia con la venganza; justicia es una cosa, venganza es otra). Hay muchos que dicen: “la venganza es dulce”, y eso es absurdo, es absurdo y toman la justicia por su propia mano (eso es venganza). La Gran Ley se encarga de cobrar las cuentas en cada caso; nosotros no tenemos por qué ocupar el puesto de la Gran Ley. Si descubrimos que somos vengativos, necesitamos comprender el porqué de la venganza. Para comprender el proceso de la venganza, se hace necesario la MEDITACIÓN, la REFLEXIÓN; se confunde (muy fácilmente) el proceso de la venganza con el proceso de la justicia, y tenemos siempre una marcadísima tendencia a tomar la justicia en nuestras propias manos (eso es venganza, somos vengativos). Si alguien nos hiere con la palabra, reaccionamos violentamente (eso es venganza), no somos capaces de permanecer callados ante un insultador, ante alguien que nos está ofendiendo; siempre tenemos esa marcadísima tendencia a reaccionar por cualquier palabrita que nos digan, y siempre nos sentimos aludidos, y aunque estamos en el Camino, una y otra vez respondemos reaccionando.

Observen ustedes a todos los hermanitos del Movimiento Gnóstico en general: ¿hay alguno que acaso no reaccione, en una u otra forma, ya sea verbalizando su reacción o guardándola en secreto? Todos tienen esa marcada tendencia a responder ante la palabra que ofende, ante la sonrisa que hiere, ante los ojos que apuñalan (todos tienen esta marcadísima tendencia a reaccionar).

Hay quienes ocupan por ejemplo, el Ara (esto que es lo más sagrado, el Altar) para dirigirse a los hermanos, ofendiéndolos, hiriéndolos, vengándose de los unos, vengándose de los otros, etc. No se ha dado eso, aquí, en nuestra Sede Patriarcal, por primera vez; pero sí en otras latitudes de América: Sacerdotes que se ponen sus vestiduras sagradas, que ocupan, dijéramos, la tribuna de la elocuencia para dirigirse al público, y lo hacen con segundas intenciones: hiriendo a fulano, a zutano, a mengano, vengándose de perencejo, etc. ¿Ustedes creen que van bien esas gentes, siempre reaccionando? Es una marcada tendencia, siempre, a confundir la justicia por la venganza.

Cuando uno comprende, pues, el proceso de la venganza, puede darse el lujo de desintegrar el agregado psíquico de la misma; pero sólo comprendiéndolo debidamente. Antes, ¿cómo podría desintegrarlo?

¿Qué diremos, por ejemplo, de los CELOS? Hay mucha clase de celos, no solamente celos pasionales o amorosos. ¡No!: Hay celos políticos, hay celos religiosos, hay celos por amistades, etc. (son múltiples los celos). ¿Y qué es eso que se llama “celos”? ¡EL TEMOR DE PERDER LO QUE MÁS SE AMA! Resultan, entonces el Yo del apego… Un hombre teme perder a su mujer y la cela horriblemente; una novia teme perder a su novio, y lo cela espantosamente; y de allí resultan conflictos horrendos, muertes, venganzas, odios y cincuenta mil cosas por el estilo.

¿Cómo podría uno desintegrar ese Yo de los celos, si no sabe que son el producto del temor, del temor de perder lo que más se quiere? ¿Cómo podríamos tratar de eliminar siquiera el Yo de los celos, si ignora que es el resultado del apego, si cree (equivocadamente) que es el producto del amor? ¿Cómo podría el amor tener celos, si el amor es perfecto, si el amor es Divino? Los celos no pueden venir del amor, porque el amor todo lo entrega, nada quiere para sí, todo para el ser que ama; no desea sino la felicidad del ser que adora, sabe sacrificarse por el bien de quien ama.

Entonces los celos no vienen del amor, vienen del Ego. Pero si uno ignora eso, si los está justificando, ¿cómo podría eliminarlos, de qué manera? ¡Imposible!

Así que es necesario, primero que todo, descubrir el defecto que debemos desintegrar, luego comprenderlo a través de la REFLEXIÓN EVIDENTE DEL SER, a través de la MEDITACIÓN DE FONDO, y una vez comprendido, se está preparado para la eliminación.

Así, mis queridos hermanos, es necesario que ustedes reflexionen en todo esto: Mientras uno no haya desintegrado el Ego, está expuesto a muy graves errores: a juzgar, a odiar, a sentir deseos de venganza, a vengarse, etc., etc., etc.

¿Comprender a otros? Sí es indispensable. Pero, ¿cómo podríamos comprenderlos, si no nos comprendemos a sí mismos?

Hay SIETE NIVELES DE HOMBRES, y no podemos negarlo. Primero es el primer nivel meramente INSTINTIVO, el segundo es el nivel exclusivamente EMOCIONAL y el tercero es INTELECTUAL.

Más allá de esos tres niveles, el cuarto nivel: el del HOMBRE EQUILIBRADO, el del hombre que ya equilibró los centros de su máquina orgánica. Luego viene el quinto nivel: el de aquél que han fabricado un CUERPO ASTRAL, que pueden vivir en el Mundo Astral conscientemente. El sexto nivel es el de aquél que puede vivir en el Mundo de la Mente, conscientemente, porque ya se fabricaron su CUERPO MENTAL. Y el séptimo, es el de aquéllos que están establecidos en el Mundo Causal, con Cuerpo Causal, como HOMBRES CAUSALES.

Obviamente, los Hombres número 1, 2, y 3, son los que más daño causan, no se comprenden unos a otros. Los hombres número 1, 2 y 3, viven dentro del círculo de la “Torre de Babel”; allí existe la “confusión de lenguas”, allí nadie entiende a nadie. Ellos son los que han provocado la Primera y Segunda Guerra Mundial, ellos son los que tienen al mundo en tribulación. Ni los Hombres número 4, 5, 6, o 7, harían lo que hacen los hombres número 1, 2 y 3. Los Hombres 4, 5, 6 y 7, no provocan guerras, no tienen al mundo en conflicto. Son los 1, 2 y 3, los que han traído tanta amargura sobre la faz de la Tierra.

Entre esos hombres 1, 2 y 3, hay distintos grados de comprensión, eso es obvio. Entre los hombres número 1, 2 y 3, hay mucha clase de gente. Así, pues, vean ustedes lo que significa la Comprensión.

Nosotros debemos comprender todo; hacernos conscientes; autoexplorarnos profundamente para conocernos. Ya les decía yo en pasadas reuniones que había dos aspectos capitales, dos factores decisivos en nuestros estudios: el uno, la recordación de sí mismo y el otro la relajación del cuerpo. Recordarse de sí mismo, de su propio Ser interior profundo y relajarse en profunda meditación.

Así adviene a nosotros lo nuevo, así poco a poco nos vamos autoexplorando, y eso es fundamental…

Ahora, para ustedes al concluir esta plática, esta tesis, doy oportunidad, a los hermanos aquí presentes, para que pregunten lo que no hayan entendido, tiene la palabra los hermanos…

– Estudiante. Venerable Maestro, haciendo referencia a su plática pasada, sobre el Relajamiento y el Recuerdo de Sí, ¿qué es lo que da el Recuerdo de Sí: el equilibrio de los Tres Cilindros de la Máquina Humana, estar en Recuerdo de sí o es el Recuerdo de Sí el que equilibra los Cilindros de la máquina orgánica?

– Maestro. Con la recordación del propio Ser Interior Profundo, se produce, o se coopera, o se ayuda al surgimiento del Ser Individual en uno. Obviamente, cuando el Ser surge en uno, equilibra entonces los Cinco Centros de la máquina orgánica: Intelecto, Centro Emocional, Centro Motor, y el Centro Instintivo, y el Centro Sexual. En verdad, viene el equilibrio de los Cinco Centros de la máquina.

– Estudiante. Entonces, ¿el Recuerdo de Sí no puede surgir espontáneamente, sino a través de un trabajo sobre la Falsa Personalidad?

Es obvio que tener que siempre respetar la “RECORDACIÓN DE SÍ MISMO”, implica un trabajo: la Personalidad se relaja, para quedar en estado pasivo. Entonces los mensajes que vienen del Ser, a través de los Centros Superiores, pues llegan a la Mente, y él trae, pues, orden y armonía en nosotros.

– Estudiante. Venerable Maestro, dice usted que por el Ser, se logra el equilibrio de los centros. Pero entre eso viene el juego de la Personalidad y en conflicto de la Mente, ¿de qué manera se podría conjurar ese conflicto de la Mente, para lograr… …la expresión verdadera del Ser y del equilibrio en nosotros? Pues cuando se habla de “RELAJACIÓN”, hay que entenderlo íntegramente, porque si vamos a relajar exclusivamente los músculos (que siempre están tensos), no hemos comprendido, integralmente, el proceso de la relajación. Se trata de relajar, no solamente los músculos, nervios del cuerpo, sino también la Mente. Cuando la Mente está quieta, cuando la Mente está en silencio, cuando ya no proyecta, cuando está en estado receptivo, integral, entonces adviene lo nuevo. Pero mientras exista una mente proyectista y un cuerpo en tensión, no adviene jamás lo nuevo. De manera que, para que la Mente pueda no estar en conflicto, durante unos instantes siquiera, debe haber RELAJACIÓN FÍSICA y MENTAL. Entonces esos conflictos desaparecen por un instante, por un instante surge el Ser en nosotros. Es un momento de vacío que el Ser aprovecha para llenarlo, y entonces adviene lo nuevo. Poco a poco, el Ser (lentamente) va produciendo la unión de todos los centros de la máquina orgánica, van desapareciendo los conflictos entre los Tres Cerebros: Intelectual, Emocional y Motor. Por segundos, por minutos, podemos recibir mensajes de los Mundos Superiores. Pero se necesita CONSTANCIA EN EL TRABAJO; ese es el camino a seguir…

– Estudiante. Venerable Maestro, nos hablaba de las diferentes partes Autónomas y Autoconsciente del Ser, y nos puso algunos ejemplos, hablándonos de los Apóstoles que están dentro de cada uno de nos. ¿Cuál parte Autónoma y Autoconsciente del Ser, está relacionada, íntimamente, con la aniquilación del Yo.

– Maestro. ¡JUDAS ISCARIOTE! No pensemos solamente en el Judas aquél de hace 1977 años, pensemos en JUDAS INTERIOR… Ese Apóstol interior, que es una de las Doce Potencias que en nuestro interior cargamos, una de las doce partes del Ser. Él está vivamente interesado en la ANIQUILACIÓN BUDISTA, por eso es extraordinario…

No niego la existencia tampoco de aquel apóstol de hace 1977 años, que representara realmente a nuestro Judas Íntimo. Él es una realidad. Él existe. Él es uno de los Grandes, el más destacado Maestro, el más exaltado adepto que anduvo con Jesús de Nazareth, pero dentro de nosotros hay Judas Interior, fuera de aquel Judas realmente, fuera de los TRES TRAIDORES que están aquí en nuestros centros, hay alguien que personifica a Iscariote, que realmente está interesado en la destrucción del Ego, de cada uno de nos. Judas Iscariote nos enseña, con entera claridad meridiana, LA DOCTRINA DE LA DESINTEGRACIÓN DEL EGO.

JUDAS ISCARIOTE no es, como muchos piensan, un hombre que traicionó a su Maestro. No, él realizó un papel, enseñado por su Maestro, y nada más. El mismo Jesús de Nazareth se lo preparó y Judas lo aprendió de memoria y lo representó a conciencia, públicamente.

La doctrina de Judas indica cómo lograr la eliminación de todos los agregados psíquicos, la MUERTE DEL EGO. Por esa razón Judas se ahorcó, para indicar que el Ego debe reducirse a cenizas.

Judas representó un papel, y nada más; se preparó a conciencia. Para no contradecir en nada las Sagradas Escrituras, lo ensayó varias veces, antes de hacerlo públicamente, como un actor hace su papel y nada más.

Judas era y sigue siendo el discípulo más exaltado de Jesús el Cristo, logró la Cristificación…

– Estudiante. Maestro, ¿cómo debemos de entender el trabajo de Tomás en nosotros?

– Maestro. Bien sabemos nosotros que TOMÁS implica un poco escepticismo, de duda, de todo eso.

Pero llevado a fondo aquél Tomás Místico que en nuestro interior cargamos, obviamente se relaciona con el DISCERNIMIENTO. Es necesario aprender a discernir. Es urgente, dijéramos, descubrir de la AUTOCRÍTICA para abrir los valores. A ver qué es lo que tienen de verdad, así es como hay que entender a Tomás, al Tomás Interior.

Cada uno de nosotros lleva a cuestas las Doce Potestades en su propio Ser. Y todas esas partes Autónomas y Autoconscientes del Ser, en la Pistis Sophia son llamadas los “RECTORES DE LOS AEONES Y DEL DESTINO Y DE LA ESFERA”. Ellos se mueven, pues, ellos hacen su obra, la Gran Obra, con la Escuadra, el Triángulo, los Octágonos; y todo esto hay que saberlo entender.

– Estudiante. ¿Cuál de las Doce Potestades está encargada de la Alquimia?

– Maestro. Incuestionablemente, hay uno que es encargado de la Alquimia; se le llama en Alquimia el “ANTIMONIO”, el Antimonio, pero este no es una de las Doce Potestades… [Interrumpe un estudiante con una pregunta].

– Estudiante. Pero, ¿y una parte de nuestro Ser?…

– Maestro. Lo que sí hay es un Maestro especialista en Alquimia, y al cual estoy seguro que le obedece el Antimonio, que es precisamente SANTIAGO EL MAYOR (El Bendito Patrón de la Gran Obra), a él le obedece el Antimonio. ¿Entendido? El es el encargado trascendental de la Alquimia, de la Gran Obra.

– Estudiante. Señor Maestro, ¿de qué manera obraría San Pedro para llevar al Cristo dentro de nosotros?

– Maestro. Hay TRES PURIFICACIONES que hacer por el hierro y por el fuego. Quien no hace las Tres Purificaciones no consigue la CRISTIFICACIÓN.

PEDRO, con la cabeza hacia abajo (indica que es crucificado con la cabeza hacia abajo), significa que hay que bajar a la NOVENA ESFERA a trabajar con el Fuego y el Agua, origen de mundos, bestias, hombres y dioses. Toda auténtica Iniciación Blanca comienza por allí. Y Pedro, eso nos está diciendo con su crucifixión.

Ahora bien, hay Tres Purificaciones que son las Tres Negaciones de Pedro. Primera Purificación: PRIMERA MONTAÑA, la de la INICIACIÓN. Segunda Purificación: La SEGUNDA MONTAÑA, la de la RESURRECCIÓN. Tercera Purificación: pertenece a la ESTRELLA DE LAS OCHO PUNTAS y al LIBRO DE JOB, sobre la cumbre de la Segunda Montaña.

No se podría lograr la Resurrección del Cristo Íntimo en nosotros, sin haber pasado previamente por las Tres Purificaciones a base de Hierro y Fuego. Tres veces canta el gallo. Es decir, el Mercurio de la Filosofía Secreta. Porque eso representa el gallo, el GA-I-O, o I.A.O.; “Y antes de que el gallo cante por tercera vez me habrás negado tres veces”. Porque tres veces tiene que bajar el Iniciado a los Mundos Infiernos a trabajar con el Fuego y el Agua.

Son Tres Purificaciones a base de Hierro y Fuego. Por eso son los Tres Clavos de la Cruz. Por eso el INRI sobre la Cruz: “IGNIS NATURA RENOVATUR INTEGRAM” (“El Fuego renueva incesantemente la Naturaleza”). Para que el Pedro Íntimo, particular de cada uno de nos, realizare este trabajo, tiene que negar al Cristo tres veces. No que lo niegue negando, sino que, sencillamente, tiene que bajar a trabajar en la FORJA DE LOS CÍCLOPES, en la Novena Esfera, antes de lograr la RESURRECCIÓN; tiene que vivir entre los demonios, en tres épocas, con los demonios, antes de poder resucitar de entre los muertos. La Resurrección se hace en vida, ¡aquí y ahora!

– Estudiante. Maestro el demonio de los celos pasionales, ¿es una raíz de la lujuria?

– Maestro. Pues, sí. Los celos no existirían si no hubiese lujuria.

– Estudiante. Maestro, ¿qué representa Juan, el discípulo amado?

– Maestro. JUAN es el VERBO, la PALABRA. Él, obviamente, parlará en nosotros con el Verbo de la Luz. Es la Palabra, es el Verbo así lo hemos de entender…

Samael Aun Weor

 

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