EL HOMBRE MAQUINA

El Hombre Máquina es la bestia más infeliz que existe en este valle de lágrimas, pero él tiene la pretensión y hasta la insolencia de auto-titularse Rey de la Naturaleza.

“NOSCE TE IPSUM”, “HOMBRE, CONÓCETE A TI MISMO”. Esta es una antigua máxima de oro escrita sobre los muros invictos del Templo de Delfos en la antigua Grecia.

El hombre, ese pobre Animal Intelectual que se califica equivocadamente de Hombre, ha inventado millares de máquinas complicadísimas y difíciles y sabe muy bien que para poder servirse de una máquina necesita a veces largos años de aprendizaje. Pero en cuanto se trata de sí mismo, se olvida totalmente de este hecho, aunque él mismo sea una máquina más complicada que todas las que ha inventado.

No hay hombre que no esté lleno de ideas totalmente falsas sobre sí mismo. Lo más grave es que no quiere darse cuenta de que realmente es una máquina.

La Máquina Humana no tiene libertad de movimientos. Funciona únicamente por múltiples y variadas influencias interiores y choques exteriores. Todos los movimientos, actos, palabras, ideas, emociones, sentimientos, deseos, de la Máquina Humana son provocados por influencias exteriores y por múltiples causas extrañas y difíciles.

El Animal Intelectual es un pobre títere parlante con memoria y vitalidad, un muñeco viviente que tiene la tonta ilusión de que puede hacer, cuando en realidad de verdad nada puede hacer.

Imaginad por un momento, querido lector, un muñeco mecánico automático, controlado por un complejo mecanismo.

Imaginad ese muñeco, que tiene vida, se enamora, habla, camina. desea, hace guerras, etc. Imaginad que ese muñeco puede cambiar de dueños a cada momento. Debéis imaginar que cada dueño es una persona distinta, tiene su propio criterio, su propia forma de divertirse, sentir, vivir, etc., etc., etc.

Un dueño cualquiera queriendo conseguir dinero apretará ciertos botones y entonces el muñeco se dedicará a los negocios; otro dueño, media hora después o varias horas después tendrá una idea diferente y pondrá a su muñeco a bailar y a reír, un tercero lo pondrá a pelear, un cuarto lo hará enamorar de una mujer, un quinto lo hará enamorar de otra, un sexto lo hará pelear con su vecino y crearse un problema de policía, y un séptimo le hará cambiar de domicilio.

Realmente el muñeco de nuestro ejemplo no ha hecho nada, pero él cree que sí ha hecho. El tiene la ilusión de que hace cuando en realidad nada puede hacer porque no tiene Ser Individual.

Fuera de toda duda todo se ha sucedido como cuando llueve, cuando truena, cuando calienta el Sol, pero el pobre muñeco cree que hace. Tiene la tonta ilusión de que todo lo ha hecho cuando en realidad nada ha hecho, son sus respectivos dueños los que se han divertido con el pobre muñeco mecánico.

Así es el pobre Animal Intelectual, querido lector, un muñeco mecánico como el de nuestro ejemplo ilustrativo. Cree que hace cuando en realidad nada hace, es un títere de carne y hueso controlado por la legión de entidades energéticas sutiles que en su conjunto constituyen eso que se llama Ego, Yo Pluralizado.

El Evangelio Cristiano califica a todas esas entidades de Demonios y su verdadero nombre es Legión.

Si decimos que el Yo es Legión de Demonios que controlan la Máquina Humana, no estamos exagerando, así es.

El Hombre-Máquina no tiene individualidad alguna, no posee el Ser, sólo el Ser Verdadero tiene poder de hacer.

Sólo el Ser puede damos Verdadera Individualidad. Sólo el Ser nos convierte en Hombres Verdaderos.

Quien de verdad quiere dejar de ser un simple muñeco mecánico, debe eliminar cada una de esas entidades que en su conjunto constituyen el Yo, cada una de esas Entidades que juegan con la Máquina Humana. Quien de verdad quiera dejar de ser un simple muñeco mecánico, tiene que empezar por admitir y comprender su propia mecanicidad.

Aquel que no quiere comprender ni aceptar su propia mecanicidad, aquel que no quiere entender correctamente este hecho, ya no puede cambiar, es un infeliz, un desgraciado, más le valiera colgarse al cuello una piedra de molino y arrojarse al mar.

El Animal Intelectual es una máquina, pero una máquina muy especial; si esta máquina llega a comprender que es máquina, si es bien conducida y si las circunstancias lo permiten, puede dejar de ser máquina y convertirse en Hombre.

Ante todo es urgente empezar por comprender a fondo y en todos los Niveles de la Mente, que no tenemos Individualidad Verdadera, que no tenemos un Centro Permanente de Conciencia, que en un momento determinado somos una persona y en otro otra; todo depende de la entidad que controle la situación en cualquier instante.

Aquello que origina la ilusión de la Unidad e Integridad del Animal Intelectual, es por una parte la sensación que tiene su Cuerpo Físico, por otra parte su nombre y apellidos, y por último la memoria y cierto número de hábitos mecánicos implantados en él por la educación, o adquiridos por simple y tonta imitación.

El pobre Animal Intelectual no podrá dejar de ser máquina, no podrá cambiar, no podrá adquirir el Ser Individual verdadero y convertirse en Hombre Legítimo, mientras no tenga el valor de eliminar mediante la comprensión de fondo y en orden sucesivo, a cada una de esas Entidades Metafísicas que en su conjunto constituyen eso que se llama Ego, Yo, Mi Mismo.

Cada idea, cada pasión, cada vicio, cada afecto, cada odio, cada deseo, etc., etc., etc., tiene su correspondiente entidad, y el conjunto de todas esas entidades es el Yo Pluralizado de la Psicología Revolucionaria.

Todas esas Entidades Metafísicas, todos esos Yoes que en su conjunto constituyen el Ego, no tiene verdadera ligazón entre sí, no tiene coordenadas de ningún tipo. Cada una de esas Entidades depende totalmente de las circunstancias, cambio de impresiones, sucesos, etc.

La Pantalla de la Mente cambia de colores y escenas a cada instante, todo depende de la Entidad que en cualquier instante controle la Mente.

Por la Pantalla de la Mente van pasando en continua procesión las distintas Entidades que en su conjunto constituyen el Ego o Yo Psicológico.

Las diversas Entidades que constituyen el Yo Pluralizado se asocian, se disocian, forman ciertos grupos especiales de acuerdo a sus afinidades, riñen entre sí, discuten, se desconocen, etc., etc., etc.

Cada Entidad de la Legión llamada Yo, Cada pequeño Yo, cree ser el todo, el Ego total, ni remotamente sospecha que él es tan solo una ínfima parte.

La Entidad que hoy jura amor eterno a una mujer, es desplazada más tarde por otra Entidad que nada tiene que ver con tal juramento. Entonces el castillo de naipes se va al suelo y la pobre mujer llora decepcionada.

La Entidad que hoy jura fidelidad a una causa, es desplazada mañana por otra Entidad que nada tiene que ver con tal causa y entonces el sujeto se retira.

La Entidad que hoy jura fidelidad a la Gnosis, es desplazada mañana por otra Entidad que odia la Gnosis.

Los maestros y maestras de escuelas, colegios y universidades deben estudiar este libro de Educación Fundamental y por humanidad tener el valor de orientar a los alumnos y alumnas por el camino maravilloso de la Revolución de la Conciencia.

Es necesario que los alumnos comprendan la necesidad de conocerse a sí mismos en todos los terrenos de la Mente.

Se necesita una orientación intelectual más eficiente, se necesita comprender lo que somos y esto debe comenzar desde los mismos bancos de la escuela.

No negamos que el dinero se necesita para comer, para pagar el alquiler de la casa y vestirnos.

No negamos que se necesita preparación intelectual, una profesión, una técnica para ganar dinero, pero eso no es todo, eso es lo secundario; lo primero, lo fundamental, es saber ¿quiénes somos?, ¿qué somos?, ¿de dónde venimos?, ¿para dónde vamos?, ¿cuál es el objeto de nuestra existencia?.

Es lamentable continuar como Muñecos Automáticos, Míseros Mortales, Hombres-Máquina.

Es urgente dejar de ser meras máquinas, es urgente convertirnos en Hombres Verdaderos.

Se necesita un Cambio Radical y éste debe comenzar precisamente por la Eliminación de cada una de esas Entidades que en su conjunto constituyen el Yo Pluralizado.

El pobre Animal Intelectual no es Hombre, pero tiene dentro de sí en estado latente todas las posibilidades para convertirse en Hombre.

No es una ley que esas posibilidades se desarrollen. Lo natural es que se pierdan. Sólo mediante tremendos superesfuerzos pueden desarrollarse tales posibilidades humanas.

Mucho tenemos que eliminar y mucho tenemos que adquirir. Se hace necesario hacer un inventario para saber cuánto nos sobra y cuánto nos falta.

Es claro que el Yo Pluralizado sale sobrando, es algo inútil y perjudicial.

Es lógico decir que tenemos que desarrollar ciertos poderes, ciertas facultades, ciertas capacidades que el Hombre-Máquina se atribuye y cree tener, pero que en realidad de verdad no tiene.

El Hombre-Máquina cree tener Verdadera Individualidad, Conciencia Despierta, Voluntad Consciente, Poder de hacer, etc., y nada de eso tiene.

Si queremos dejar de ser máquinas, si queremos despertar Conciencia, tener verdadera Voluntad Consciente, Individualidad, Capacidad de Hacer, es urgente empezar por Conocernos a Sí Mismos y luego Disolver el Yo Psicológico.

Cuando el Yo Pluralizado se disuelve, sólo queda dentro de nosotros el Ser Verdadero.

Samael Aun Weor

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