UNA EXPERIENCIA EN VACIO

“Hace muchos años experimenté esta verdad durante la meditación, desafortunadamente por aquella época todavía no había disuelto el YO PLURALIZADO y el terror me dañó el experimento.
Sentí perderme definitivamente entre el vacío de la aniquilación budhista; océano infinito de luz incomprensible más allá del cuerpo, de los afectos y de la mente; olvido radical del mí mismo.

Liberada, la Conciencia de su condición egoica, se perdió como una gota en el mar… el vacío pareció hacerse más profundo… Abismo espantoso… Yo dejé de existir… sentí ser mundos, flores, aves, peces, soles radiantes, humilde planta y gigantesco árbol, insignificante insecto que sólo dura una tarde de verano y águila rebelde…”

“Continuaba aun extendiéndose aquel océano de mi ser, la impersonalización parecía ser cada vez más y más profunda… de mi humana forma no quedó ni el recuerdo; era todo y nada a la vez..”

“Un paso más ¿y qué sería de mí?

¡Oh qué terror!… y ese océano de mi ser continuaba extendiéndose pavorosamente…”

“¿Y entonces mi querida individualidad qué?… es ostensible que estaba también condenada a la muerte…”

“¡Pavor!, ¡espanto!, ¡pánico!, ¡miedo!

De pronto… Sentí que me recogía en mí mismo, perdí el éxtasis, ¡volví como el genio de Aladino a la botella!”

“Entré en el tiempo; quedé enfrascado entre el Ego “¡pobre Mefistófeles”, estaba el infeliz temblando cobardemente, así es Satán.”

“Es obvio que ese desdichado me había hecho perder el Satori Buddhista; el Samadhí.”

“Alaya aunque eterno e inmutable en su esencia, se refleja en cada objeto del universo, como la Luna en el agua clara y tranquila.”

Samael Aun Weor

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