LA DISOLUCIÓN DEL EGO

Distinguidos amigos, estimables damas, hoy 9 de diciembre del año 10º de Acuario (1972), nos reunimos nuevamente aquí, en este lugar, con el anhelo de estudiar profundamente el tema de la Disolución del Yo Psicológico.

Ante todo es indispensable que analicemos cuidadosamente esta cuestión del Ego.

Diversas escuelas de tipo pseudo-esoteristas y pseudo-ocultistas enfatizan la idea descabellada de un Yo doble: Al primero lo denominan “Yo Superior”; al segundo se le califica como “Yo Inferior”.

Nosotros decimos que “superior” e “inferior” son dos secciones de una misma cosa.

Mucho se ha hablado sobre el “Alter Ego”, y hasta se le alaba y se le deifica considerándosele Divino.

En nombre de eso que es la Verdad, se hace indispensable decir que Yo Superior e Inferior son dos aspectos del mismo Ego, y que por lo tanto alabar al primero y subestimar al segundo resulta, fuera de toda duda, algo incongruente.

Enfocando directamente esta cuestión, mirando al Ego tal como es en sí mismo y sin esta clase de arbitrarias divisiones (Superior e Inferior), es claro que nosotros hacemos una diferenciación correcta entre lo que es el “Yo” y lo que es el “Ser”.

Podría objetársenos que tal diferenciación no es más que otro concepto emitido por el intelecto.

Aquellos que nos escuchan hasta buscarán escapatorias, aseverando que un concepto más o un concepto menos en cuestiones de alta Filosofía, es algo que no tiene la menor importancia.

Hay quienes inclusive pueden darse el lujo de escuchar estas afirmaciones y luego olvidarlas, para poner atención en algo que sí consideran de importancia.

Las gentes de Conciencia dormida suelen pasar por alto afirmaciones de este tipo, debido a que ya están cansadas con tanta teoría. Esas personas se dicen a sí mismas: “¿Qué importa una teoría más? ¿Qué importa una teoría menos?”

Nosotros debemos hablar con plena franqueza y basarnos en hechos, en experiencias directas, y no en simples opiniones de tipo subjetivo.

Voy a decirles, amigos míos, lo que me consta, lo que he visto y oído, y si ustedes quieren aceptar mis aseveraciones, bien lo hacen, mas si quieren rechazarlas, es cosa de ustedes…

Todo ser humano es libre para aceptar o rechazar, o interpretar las enseñanzas como bien quiera.

En el principio de mi actual reencarnación, yo también, como muchos de ustedes, había leído variados libros pseudo-esotéricos y pseudo-ocultistas.

Buscando como ustedes lo han hecho, pasé por diversas escuelas y conocí multitud de teorías.

Es ostensible que a fuerza de tanto leer y releer, llegué también a creer en la existencia de los dos Yoes: El Superior y el Inferior.

Los distintos preceptores me decían que había que dominar al Yo Inferior por medio del Yo Superior, para poder llegar algún día al Adeptado.

Confieso francamente y sin ambages, que yo estaba completamente convencido de la existencia de los tales dos Yoes. Afortunadamente, un acontecimiento místico trascendental vino a sacudirme intensamente en el fondo de mi Alma…

Sucedió que una noche cualquiera, no importa la fecha, ni el día, ni la hora, hallándome fuera del Cuerpo Físico, en forma completamente consciente y positiva, vino a mí, mi Real Ser Interno, el Íntimo. Sonriendo, el Bendito me dijo:

-“¡Tu tienes que morir!” Estas frases del Íntimo me dejaron perplejo, confundido, anonadado. Con un poco de temor, interrogué a mi Ser Interior (Atman), diciéndole:

-“¿Por qué tengo que morir? ¡Déjame vivir un poco más; yo estoy trabajando por la humanidad!”…

Todavía recuerdo aquel instante en que el Bendito, sonriendo, me repitiera por segunda vez:

-“¡Tú tienes que morir!”

Después, el Adorable me mostró en la Luz Astral aquello que debía morir en mí mismo. Entonces vi al Yo Pluralizado formado por multitud de entidades tenebrosas, verdadero enjambre de sujetos perversos, Agregados Psíquicos de distinta clase, demonios vivientes personificando errores.

Así fue, amigos míos, cómo vine a saber que el Yo no es algo individual, sino una suma de Agregados Psíquicos, un total de múltiples Yoes pendencieros y gritones.

Alguno de estos representan la ira, otros la codicia, aquellos la lujuria, estotros la envidia, estotros el orgullo; después continúan la pereza, la gula y todos sus infinitos derivados.

No vi realmente en el Ego nada digno de ser adorado, ningún tipo de Divinidad, etc…

Al llegar a esta parte de mi exposición, no sería extraño que algunos asistentes objetaran mis palabras, diciéndome:

-“Posiblemente usted, señor, vio a su Yo Inferior, suma de Agregados Psíquicos, como afirma el Budhismo Oriental. Bien distinto sería su concepto si hubiera percibido al Yo Superior en toda su grandeza”.

Conozco muy bien, amigos, las diversas formas de intelectualización que ustedes tienen, sus escapatorias, sus evasivas, sus distintas justificaciones, sus reacciones, sus resistencias, el deseo de hacer resaltar siempre todo lo que tenga sabor a Ego.

Es claro que el Ego no tiene ganas de morir y que quiere continuar en alguna forma exquisitamente sutil, sino en las formas más densas y groseras.

A nadie le puede gustar ver su querido Yo, reducido a polvareda cósmica, así porque sí, porque un fulano cualquiera lo dijo en una sala de conferencias.

Es apenas normal que el Ego no tenga ganas de morir y que busque filosofías consoladoras que le prometan un rinconcito en el Cielo, un puesto en los altares de las iglesias, o un “más allá” lleno de infinita felicidad.

Lamentamos de verdad tener que desilusionar a las gentes, pero no nos queda más remedio que ser, dijéramos, lapidarios, francos y sinceros en estas cuestiones tan graves.

Como quiera que a los Gnósticos nos gusta hablar con hechos concretos, claros y definitivos, no tendré ahora ningún inconveniente en narrar otro suceso insólito, con el propósito de demostrarles que el Yo Superior no existe…

Otro día, estando en profunda meditación, de acuerdo con todas las reglas que manda el JNANA-YOGA, entré en algo que se conoce como Nirvi-Kalpa-Shamadi. Entonces abandoné todos los Cuerpos Suprasensibles y penetré en el Mundo del Logos Solar, convertido en un Dragón de Sabiduría.

En tales momentos Logoicos, más allá del cuerpo, de los afectos y de la mente, quise saber algo sobre la vida del Gran Kabir Jesús; fue precisamente en ese instante cuando me vi a mí mismo convertido en Jesús de Nazaret, haciendo milagros y maravillas en la Tierra Santa.

Todavía recuerdo aquel instante en que fuera bautizado por Juan en el Jordán… Me vi dentro de un templo a las orillas de ese río; “el Precursor” estaba vestido con hermosa túnica, y al acercarme a él mirándome fijamente exclamó:

-“¡Quítate Jesús tu vestidura, porque voy a bautizarte!”

Pasé al interior del Santuario, y echando sobre mi cabeza el aceite de la unción y después un poco de agua, oró y yo me sentí transformado.

Lo que siguió después fue maravilloso. Sentado en un salón vi tres Soles Divinales: El primero era el Azul del Padre, el segundo el Amarillo del Hijo, y el tercero el Rojo del Espíritu Santo.

He ahí los Tres Logos: Brahma, Vishnú y Shiva. Al salir de aquel estado estático, al regresar a mi Cuerpo Físico, mi confusión fue tremenda. “¿Yo, Jesús de Nazaret? ¿Yo, el Cristo? ¡Válgame Dios y Santa María! ¡Un mísero pecador, un gusano del lodo de la tierra que ni siquiera es digno de desatarle las sandalias al Maestro, convertido así porque sí en Jesús de Nazaret”!

Bastante preocupado por todo esto, resolví volver a entrar en meditación y repetir la experiencia mística, cambiando únicamente el motivo de ella: Ahora, en vez de querer saber algo sobre la vida de Jesús, me interesé por Juan y el bautismo del Nazareno.

Vino después el estado místico anterior; abandoné todos los Cuerpos Suprasensibles, y quedé nuevamente en el estado Logoico.

Una vez que ya volví a tal estado, fijé mi atención con mayor intensidad en Juan el Bautista, y he aquí que me vi entonces convertido en Juan, haciendo las cosas del Precursor, bautizando a Jesús, etc., etc., etc.

Al perder el éxtasis, al regresar al Cuerpo Físico, entonces comprendí que en el Mundo del Logos, en el Mundo del Cristo, no existe ningún tipo de Yo Superior ni de Yo Inferior.

Es urgente que todos los aquí presentes comprendan que en el Cristo todos somos Uno, y que la herejía de la separatividad es la peor de las herejías.

Amigos míos, todo en este mundo en que vivimos pasa: Las ideas pasan, las personas pasan, las cosas pasan. Lo único estable y permanente es el Ser, y la razón de ser del Ser es el mismo Ser. Distingan ustedes pues, entre lo que es el Yo y lo que es el Ser.

P- Maestro, ¿de qué sustancia están hechos los Agregados Psíquicos que constituyen el Mí Mismo?

R- Señores y señoras, es indispensable que ustedes comprendan lo que es la mente y sus funciones.

El Animal Intelectual, equivocadamente llamado hombre, todavía no posee una Mente Individual, no la ha creado, no la ha fabricado.

El Cuerpo Mental propiamente dicho, solamente puede ser creado mediante las transmutaciones sexuales. Quiero que todos los aquí presentes entiendan que en el Esperma Sagrado existe el Hidrógeno Sexual SI-12.

Indubitablemente, el Esoterista que no derrama el Vaso de Hermes (que no eyacula el semen), de hecho origina dentro de su organismo maravillosas transmutaciones de la libido, cuyo resultado es la creación del Cuerpo Mental individual.

El Manas, la Sustancia Mental propiamente dicha, se encuentra en el interior de cualquier sujeto, pero está desprovista de individualidad; posee diversas formas, se halla constituida en forma de Agregados que nunca han sido desconocidos para el Budhismo Esotérico.

Ruego al amable auditorio que me escucha, seguir con paciencia el curso de mi disertación…

Todos esos múltiples Yoes pendencieros y gritones, que en su conjunto forman el Mí Mismo, el Sí Mismo, están constituidos por Sustancia Mental más o menos condensada.

Ahora podrán explicarse ustedes, los motivos por los cuales todo sujeto cambia constantemente de opiniones.

Somos, por ejemplo, vendedores de casas y bienes raíces. Un cliente se acerca, platicamos con él, lo convencemos de la necesidad de comprarse una hermosa residencia; el sujeto se entusiasma y asegura en forma enfática que la compra es un hecho, que nadie podrá hacerlo desistir de su deseo. Desafortunadamente, después de unas cuantas horas, todo cambia: La opinión del cliente ya no es la misma; otro Yo Mental controla ahora su cerebro, y el entusiasta Yo que horas antes se había apasionado por la compra del inmueble, es desplazado por el nuevo Yo que nada tiene que ver con el negocio ni con la palabra empeñada. Entonces el castillo de naipes se va al suelo y el pobre agente de ventas se siente defraudado…

El Yo que jura amor eterno a una mujer, mañana es desplazado por otro que nada tiene que ver con el juramento, y entonces el sujeto se retira dejando a la mujer decepcionada…

El Yo que jura lealtad al Movimiento Gnóstico, mañana es desplazado por otro Yo que nada tiene que ver con el juramento, y el sujeto se retira de la Gnosis, dejando a todos los Hermanos del Santuario confundidos y asombrados…

Vean ustedes, mis queridos amigos y amigas, lo que son las infinitas formas de la mente; de qué manera controlan los Centros Capitales del cerebro y cómo juegan con la Máquina Humana.

P- Maestro, en este planeta en que vivimos, los Yoes hacen la vida llevadera, ya que es fácil comprender que si los disolvemos y nos apartamos de todo lo que son nuestros deseos, nuestra vida sería terriblemente triste y aburrida, ¿no es así?

R- Distinguidos señores y señoras, la Auténtica Felicidad estriba radicalmente en la Revalorización del Ser.

Es incuestionable que cada vez que el Ser pasa por una Revalorización Íntima, experimenta la Auténtica Felicidad.

Desafortunadamente, las gentes de hoy en día confunden el placer con la felicidad, y gozan bestialmente con la fornicación, el adulterio, el alcohol, las drogas, el dinero, el juego, etc., etc., etc.

El límite del placer es el dolor, y toda forma de goce animal se transforma en amarguras.

Obviamente, la eliminación del Ego, revaloriza al Ser, dando como resultado la Felicidad. Desafortunadamente, la Conciencia embotellada entre el Ego no entiende, no comprende la necesidad de la Revalorización Íntima, y prefiere los goces bestiales, porque cree firmemente que esa es la Felicidad.

Disuelvan ustedes el Yo Pluralizado y experimenten la dicha de la Revalorización del Ser.

P- Maestro, por todo lo antes expuesto, ¿se nos antoja evidente e inaplazable la necesidad de formarnos un Cuerpo Mental para no tener tantas “mentes”?

R- He escuchado la pregunta de un caballero, y me apresuro a responderla.

Ciertamente, el Animal Intelectual equivocadamente llamado hombre no posee Mente Individual, como ya lo dijimos en esta plática. En vez de una Mente tiene muchas “mentes”, y esto es diferente. Lo que estoy afirmando puede contrariar mucho a los pseudo-esoteristas y pseudo-ocultistas, plenamente convencidos de las teorías que han leído, las cuales aseveran que el Homúnculo Racional posee Cuerpo Mental.

Permítasenos la libertad de disentir con tales aseveraciones. Si el Animal Intelectual tuviese Mente Individual, si no poseyese realmente los diversos Agregados Mentales que le caracterizan, tendría continuidad de propósitos: Todo el mundo cumpliría su palabra, nadie afirmaría hoy para negar mañana; el presunto comprador de bienes raíces volvería al otro día con el dinero en la mano después de haber empeñado la palabra, y la Tierra sería un Paraíso.

Crear el Cuerpo Mental y disolver el Yo Pluralizado, es urgente cuando se quiere la auténtica revalorización del Ser Íntimo. Sólo eso, sólo tales revalorizaciones sagradas, pueden otorgarnos la Verdadera Felicidad.

P- Venerable Maestro, ¿será posible que una persona que regala dinero a la iglesia, que lee la Biblia, que se confiesa, que hace obras de caridad a instituciones, que difunde los Evangelios, que solamente tiene su esposa propia y demás virtudes, tenga también Yoes?

R- Distinguidos señores y señoras, séame permitido informarles que el Yo se disfraza de santo, de mártir, de apóstol, de buen esposo, de buena esposa, de místico, de penitente, de anacoreta, de caritativo, espléndido, etc., etc., etc.

“Entre las cadencias del verso también se esconde el delito”. Entre los perfumes del templo se esconde el delito; a la sombra de la cruz también se adultera y se fornica, y los criminales más abyectos asumen poses pietistas, figuras sublimes, semblanzas de mártir, etc.

Es bueno saber que muchas gentes virtuosas poseen Agregados Psíquicos muy fuertes. Recuerden ustedes que “hay mucha virtud en los malvados y mucha maldad en los virtuosos”.

En el Abismo, en los Nueve Círculos Dantescos, hay muchos místicos, anacoretas, penitentes que creen que van muy bien. No se extrañen pues ustedes de que también en el Averno existan sacerdotes ejemplares y devotos que les siguen.

P- Maestro, ¿dónde queda el valor espiritual que tienen las buenas intenciones de un sincero que vive equivocado?

R- Muy amigos míos, la pregunta del auditorio me parece muy interesante, y me agrada dar respuesta.

Recuerden que el camino que conduce al Abismo está empedrado con buenas intenciones; “muchos son los llamados y pocos los escogidos”.

Los malvados de todas las épocas han tenido buenas intenciones. Hitler, lleno de magníficas intenciones, atropelló a muchos pueblos y por su culpa murieron millones de personas en las cámaras de gas, o en los campos de concentración, o en los paredones de fusilamiento, o en inmundas mazmorras.

Indubitablemente, ese monstruo quería el triunfo de la gran Alemania y no ahorraba esfuerzos de ninguna especie en este sentido.

Nerón incendió a Roma en aras de su arte, con las místicas intenciones de hacer resonar la lira universalmente; y echaba a los cristianos a los circos romanos para que los leones los devoraran, con el anhelo de liberar a su pueblo de lo que él consideraba una epidemia o un azote: El Cristianismo.

El verdugo que ejecuta una orden injusta, lleno de magníficas intenciones, asesina a su semejante.

Millones de cabezas cayeron en la guillotina durante la Revolución Francesa, y los verdugos trabajaron con magníficas intenciones, porque querían el triunfo del pueblo.

Robespierre, lleno de magníficas intenciones, llevó a muchos inocentes al cadalso.

No debemos olvidar lo que fue la “Santa Inquisición”. Entonces los inquisidores, con magníficas intenciones, condenaron a muchos infelices a la hoguera, al potro, al martirio.

Quiero pues que ustedes, señores y señoras, comprendan que lo importante son las buenas obras y no las buenas intenciones, que pueden ser más o menos equivocadas.

Los Señores del Karma, en los Tribunales de la Justicia Objetiva, juzgan a las almas por las obras, por los hechos concretos, claros y definitivos, y no por las buenas intenciones.

Los resultados son siempre los que hablan. De nada sirve tener buenas intenciones si los hechos son desastrosos.

P- Maestro, ¿cuál es el procedimiento a seguir para liberarnos de los Defectos Psicológicos que martirizan tanto nuestra mente?

R- Honorable público, es urgente, inaplazable, impostergable, aniquilar al Ego, reducirlo a cenizas en forma voluntaria y consciente, si es que de verdad queremos evitar el descenso a los Mundos Infiernos.

Quiero que ustedes sepan que en relación con las gentes, en convivencia con nuestros familiares o con los compañeros de trabajo, etc., etc., los defectos escondidos afloran espontáneamente, y si nosotros nos encontramos en estado de Alerta Percepción, Alerta Novedad, entonces los vemos tal cual son en sí mismos.

Defecto descubierto, debe ser sometido juiciosamente al análisis, a la Meditación de fondo, con el propósito de ser comprendido en forma íntegra, unitotal…

No basta comprender un defecto, hay que ir aún más hondo. Es indispensable Auto-Explorarnos, encontrar las íntimas raíces del Defecto que hemos comprendido, hasta llegar a su “Honda Significación”.

Cualquier destello de Conciencia puede iluminarnos de inmediato, y en milésimas de segundo, capturar realmente el hondo significado del defecto comprendido.

Eliminación es diferente. Alguien podría haber comprendido algún Error Psicológico y hasta haber penetrado en su Honda Significación, y, sin embargo, continuar con él en los distintos departamentos de la mente. No es posible quedar libre de tal o cual error sin la Eliminación.

Esta última es vital, cardinal y definitiva cuando se quiere “morir” de instante en instante, de momento en momento.

Sin embargo, no es con la mente como podemos nosotros extirpar errores. Con el entendimiento podemos rotular nuestros diversos Defectos Psicológicos, poniéndoles distintos nombres, pasándolos de uno a otro nivel del subconsciente, escondiéndolos de sí mismos, juzgarlos, disculparlos, etc., etc., mas no es posible alterarlos fundamentalmente ni extirparlos.

Se necesita de un poder superior a la mente; necesitamos apelar a una Potencia Trascendental, si es que de verdad queremos eliminar errores y morir en sí mismos, aquí y ahora.

Afortunadamente, tal poder superior se encuentra latente en todas las criaturas humanas. Quiero referirme al “Kundalini”, la “Serpiente Ígnea de nuestros Mágicos Poderes”.

En plena Cópula Química podemos suplicar a nuestra Madre Divina particular, elimine aquel error psicológico que no solamente hemos comprendido, sino que, además, hemos sentido su Honda Significación.

Podéis estar seguros de que nuestra Madre Cósmica Particular, empuñando la Lanza de Eros, herirá de muerte al Agregado Psíquico que personifica el error que necesitamos eliminar.

Es precisamente con esta Asta Santa, emblema maravilloso de la Energía Creadora, el arma con la cual Devi Kundalini eliminará de nosotros mismos, aquí y ahora, el defecto que queremos aniquilar.

Naturalmente, la eliminación de estos Agregados se realiza en forma progresiva, pues muchos de ellos se procesan en los 49 Niveles del Subconsciente.

Esto significa que cualquier Defecto Psicológico está representado por millares de Agregados Psíquicos que se gestan y desarrollan en los 49 Niveles Subconscientes de la mente.

Alguien podría no ser fornicario en la Zona Intelectual, y, sin embargo, serlo en las zonas más profundas del Subconsciente.

Muchos místicos que fueron sumamente Castos en el nivel meramente Intelectivo, y hasta en 20 ó 30 niveles subconscientes, fracasaron en niveles más profundos cuando fueron sometidos a pruebas esotéricas.

Alguien podría no ser ladrón en el nivel meramente racional y hasta en 48 niveles subconscientes, y, sin embargo, serlo en el nivel 49. Así pues, los defectos son polifacéticos, y sujetos muy santos pueden ser espantosamente perversos en los niveles más hondos de la Sub-conciencia.

A través de las pruebas esotéricas, los Iniciados se auto-descubren. Los fracasos en las pruebas señalan, indican, los diversos estados psicológicos en que nos encontramos.

P- Venerable Maestro, ¿podría decirnos cómo podemos realizar estos trabajos los que estamos solteros?

Distinguidos señores y señoras, la Lanza de Eros, el Asta Santa, siempre puede ser manejada por Devi Kundalini, nuestra Divina Madre Cósmica particular.

Sin embargo, hay diferencia entre casados y solteros. Cuando el Asta es manejada durante el Trance Sexual, tiene un Poder Eléctrico maravilloso muy superior.

Cuando la Lanza no es utilizada durante el Trance Erótico, posee un poder maravilloso, pero inferior.

El soltero, la soltera, puede también avanzar aunque su trabajo sea un poco más lento; empero casándose el trabajo se hará más fuerte, más poderoso, en el sentido completo de la palabra.

Solteros y solteras, pueden avanzar hasta cierto punto profundamente definido por la Naturaleza; más allá de ese límite, no es posible avanzar sin la Magia Sexual.

Samael Aun Weor

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